El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo que su gobierno intenta encontrar un camino para reiniciar la caza de ballenas anual en la Antártida -según nota de BBC Mundo-.
La actividad de los barcos balleneros japoneses se paralizó luego de que la Corte Internacional de Justicia en La Haya pusiera un alto a esta práctica por considerar que no tenía fines científicos.
Según los jueces, Tokio realizaba una caza comercial ilegal disfrazada de actividad científica.
El caso había sido llevado al tribunal internacional por Australia y grupos ambientalistas.
Japón cazaba unas mil ballenas anuales -principalmente rorcual aliblancos- en la región antártica.