Julio Bocca y La Ópera Prima

Con la experiencia que le da ser uno de los bailarines argentinos más importantes de todos los tiempos, Julio Bocca se reunió hoy con los 20 bailarines del programa Ópera Prima en Movimiento, a quienes llamó a disfrutar al máximo lo que hacen y a no perder las esperanzas.
Energía, pasión, entusiasmo y entrega fue lo que, por su parte, mostraron sobre el escenario del Teatro Flores Canelo, del Centro Nacional de las Artes (Cenart) , los participantes de este certamen, quienes durante ocho semanas lucharán por obtener una de las cuatro becas que serán otorgadas para continuar sus estudios artísticos.
Muy atentos, por alrededor de dos horas, Norman Roberto Barrios, María Fernanda Cervantes, Jair Chimal, Dali Estrada, Marcela Scarlett González, María Antonieta La mothe, Luis Alberto Mondragón, Yubal Morales y Rubén Ramírez, concentraron toda su atención a la clase magistral de Bocca.
Nayely Quiroz, Daniel Serrano, Roberto Rodríguez, Andrea Suárez, Patricia Velázquez, Damián Zamorano, Barbara Treviño, Jesús Torres, Yoalli Sousa, Aisha Jireh Moreno y Pitzintekutli Xochipili Méndez, también siguieron cada una de las recomendaciones del actual director del Cuerpo de Baile del SODRE, en Uruguay.
Bocca ofreció además de sus conocimientos adquiridos a lo largo de su exitosa carrera, algunas de las técnicas para conseguir buenos resultados en una audición.
Con gran sutileza, Bocca recorrió el escenario para tratar de mejorar las posturas de los bailarines.
Señalaba su abdomen y decía: ‘esto siempre fuerte’, y en ocasiones tocaba el rostro de los bailarines para hacerlos mirar hacia arriba.
Acompañados de música en vivo, interpretada por el pianista David Pineda, los alumnos intentaban corregir algunas fallas en su interpretación.
Para el segundo bloque, la música de Ludwig Van Beethoven y Piotr Illich Tchaikovsky acompañaron los vertiginosos saltos y giros de los participantes.
Para mostrar la mejor manera para realizar las ejecuciones, Bocca se puso frente a ellos y efectuó exitosos saltos, demostrando una vez más sus grandes dotes de bailarín.
Para amenizar la clase, Bocca bromeó con los jóvenes, quienes buscaban realizar sus ejecuciones sin error alguno de baile contemporáneo, clásico y de punta.
‘Hay que bailar como el internet, rápido’, decía Julio Bocca, excelso bailarín nacido en Buenos Aires el 6 de marzo de 1967.
Comenzó a aprender ballet cuando apenas tenía cuatro años de edad, por lo que siempre se dice que aprendió a bailar antes incluso de leer y escribir.
En 1974 ingresó a la Escuela Nacional de Danza y al año siguiente comenzó a participar del Instituto Superior de Arte en el grandioso Teatro Colón, en Buenos Aires.
En el año 1982, Julio Bocca se comenzó a destacar a nivel internacional, formando parte de elencos de danza en Venezuela y Brasil.
En 1985 fue galardonado con la medalla de Oro, durante el quinto Concurso Internacional de la Danza de Moscú.
Por su enorme talento fue considerado por la crítica internacional como el sucesor de Rudolf Nureyev, gran bailarín ruso, que se exilió en Francia.
Bocca brilló en las salas más exigentes del mundo, con actuaciones intensas en los teatros de las ciudades de Nueva York, Milán, Londres, Madrid y Moscú, logrando además popularizar este arte a lo largo y ancho de su país.
Participó en grandes obras, entre las que destacan ‘A Buenos Aires’, ‘Angeles sin alas’, ‘Carmen’, ‘Cascanueces’, ‘Consagración del tango’, ‘Diana y Acteón’, ‘Don Quijote’, ‘El espectro de la rosa’, ‘El lago de los cisnes’ y ‘El mandarín maravilloso’.
Para difundir la danza en Argentina, Bocca creó una fundación que ofrece clases de danza y música.

Agencia El Universal