Un ballet muy completo, espectacular y exclusivo, así es La Esmeralda, espectáculo dancístico que hasta ahora sólo se ha presentado en el Teatro Bolshoi, la Ópera de Berlín y que por segunda ocasión, llega a México a cargo de la Compañía Nacional de Danza (CND), esta vez al Auditorio Nacional los próximos 24, 25 y 26 de mayo.
Todo está listo en el escenario. La majestuosa escenografía y vestuario, además de los retos técnicos e histriónicos para los bailarines se hicieron evidentes durante el ensayo general del segundo acto de La Esmeralda, la tarde de este miércoles 22 de mayo en el Auditorio Nacional.
Lo más puro y clásico del ballet, bailes de corte y danzas de carácter marcan la segunda parte de la puesta en la que se observa el momento en que Esmeralda descubre que el capitán Phoebus se ha comprometido con una mujer de la corte real.
La acción se desarrolla en un castillo con enormes arcos y columnas que gracias a la iluminación se convierte en un verdadero palacio, mientras el cuerpo de baile ejecuta una coreografía propia de la técnica rusa de ballet caracterizada por su énfasis en la expresión dramática, los grandes saltos, la fluidez y naturalidad del uso de brazos.
La primera bailarina de la CND, Blanca Ríos, se convirtió en una gitana dulce y despechada que cautivó con sus movimientos y capacidad dramática, en particular con el emblemático solo en el que aparece con una pandereta.
Por su parte, el bailarín ucraniano, Ivan Putrov, demostró el porqué ha formado parte de compañías reconocidas a nivel internacional como el Royal Ballet, gracias a su limpieza técnica y espectaculares giros.
La Esmeralda revive el vestuario original hecho por Vsevolzhsky, gracias a la labor de la diseñadora Elena Zaytseva en el que predominan los tonos pasteles y la intensidad del color rojo alrededor del personaje central.
Además, cuenta con la música en vivo a cargo de la Orquesta de Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección del maestro Mikhail Granovsky, director de la Orquesta del Teatro Bolshoi.
El ballet conformado por tres actos está inspirado en la novela Nuestra señora de París de Victor Hugo, aunque a diferencia del texto original en el que la gitana es ejecutada, esta versión del Teatro Bolshoi, con coreografía de Yuri Burlaka y Vasily Medvedev, cuenta con un final feliz.
Con una versión dinámica y más de 80 bailarines en escena, el público será testigo de la historia de Esmeralda, una joven gitana que luego de casarse con el poeta Gringoire para salvar su vida, es secuestrada por el jorobado Quasimodo a petición del archidiácono Claude Frollo, quien sufre una pasión desenfrenada por ella, hasta que, al enterarse del rapto, el capitán Phoebus va en su rescate.