El romance entre Jennifer y Marc, que duró 7 años de altos y bajos, llegó a su fin. Ahora tendrán que afrontar un duro divorcio y empezar de cero, reseña el portal alomujeres.com.
Los ánimos se calientan y los abogados se preparan para la mejor defensa.
Luego de la reciente ruptura entre Jennifer López (42) y Marc Anthony (42) de una unión oficial que duró siete años, quedan muchos interrogantes. ¿Cómo dividirán sus propiedades? ¿Cuáles fueron las causas de esta inesperada separación? ¿Qué pasará con sus hijos? Se sabe por ahora que la expareja tendría que dividir en partes iguales su fortuna, que asciende a los 350 millones de dólares, lo que al parecer no es conveniente para la cenicienta del Bronx, quien en los últimos años generó tres veces más recursos que su esposo.
Le guste o no, JLo deberá pagarle a Marc hasta 150 millones y además compartir la custodia de sus hijos.
Pero… ¿qué pasó?
Por un lado, se dice que los celos enfermizos del cantante deterioraron de manera contundente la relación. Se rumora que para Marc fue difícil manejar el tema de la activa vida amorosa de su mujer, quien estuvo casada con Ojani Noa y luego con Cris Judd, además de tener amoríos con el rapero Puff Daddy y el actor Ben Affleck. Pero lo que aparentemente desbordó la copa fue la publicación de los dos videos sexuales con Ojani Noa y Puff Daddy, que salieron a la luz el pasado mes.
Además de los rumores sobre una supuesta infidelidad de la artista con el modelo y actor de origen cubano William Levy. Al respecto, el mismo Levy (a quien vimos con un look renovado en los premios Juventud de la música el 21 de julio) se vio en la obligación de emitir un comunicado en el que aseguraba que “Mi relación con Jennifer ha sido estrictamente profesional. Estos presuntos episodios que alegan que hubo algo más personal son ciento por ciento falsos y erróneos. Mis mejores deseos para ellos y su familia”.
El dinero fue otro factor decisivo, ya que JLo supuestamente se veía muy molesta por una deuda de 4 millones de dólares que Anthony le debe al fisco y por la manera desmedida en que él gasta, razones por las cuales el artista tuvo que aumentar las fechas de su más reciente gira para tratar de cubrir dichos compromisos.
Érase una vez una historia de amor
La pareja contrajo matrimonio en 2004 en una ceremonia íntima en la casa de López en Beverly Hills. De esa unión nacieron los gemelos Max y Emme, mellizos de tres años de edad.
En aquel entonces comenzaron los rumores sobre las supuestas infidelidades de Marc y el mal temperamento de Jennifer. La pareja hizo varios intentos por mantenerse unida, pero los problemas entre ambos fueron más fuertes, hasta el punto de conocerse que protagonizaban peleas de insultos soeces y agresiones con objetos. Parece no haber dado mucho fruto la ayuda del consejero matrimonial y la ‘nueva’ oportunidad para salvar el matrimonio cuando en 2009 Marc tuvo un amorío con una azafata.
Los amigos y familiares más cercanos a la pareja no albergan ninguna esperanza sobre una posible reconciliación e incluso se dice que ellos solo se hablan para tocar temas relacionados con los niños. Con todo esto, solo les queda sacar fuerzas para enfrentarse en los juzgados por los bienes conjuntos y la ‘justa’ repartición de las obligaciones.
¡Esta casa es mía!
Entre las propiedades de la pareja se cuentan una mansión en Los Ángeles, dos residencias en Long Island, Nueva York, y un apartamento en la ciudad de Miami, así como acciones en el equipo de los Miami Dolphins. Una villa en Hidden Hills, California, avaluada en 8,5 millones de dólares compuesta por 9 habitaciones, 11 baños, un cuarto de juegos, un gimnasio, un estudio de grabación, una cancha de tenis y una de básquetbol, piscina y spa y un garaje con capacidad para guardar ocho vehículos. Otra de sus propiedades está ubicada en Long Island, se trata de una mansión con cuatro habitaciones, un estudio de grabación, un salón para tomar el sol, un establo, una piscina y una cocina gigante.
La pareja contrajo matrimonio en 2004 en una ceremonia íntima en la casa de López en Beverly Hills. De esa unión nacieron los gemelos Max y Emme, mellizos de tres años de edad.
En aquel entonces comenzaron los rumores sobre las supuestas infidelidades de Marc y el mal temperamento de Jennifer. La pareja hizo varios intentos por mantenerse unida, pero los problemas entre ambos fueron más fuertes, hasta el punto de conocerse que protagonizaban peleas de insultos soeces y agresiones con objetos. Parece no haber dado mucho fruto la ayuda del consejero matrimonial y la ‘nueva’ oportunidad para salvar el matrimonio cuando en 2009 Marc tuvo un amorío con una azafata.
Los amigos y familiares más cercanos a la pareja no albergan ninguna esperanza sobre una posible reconciliación e incluso se dice que ellos solo se hablan para tocar temas relacionados con los niños. Con todo esto, solo les queda sacar fuerzas para enfrentarse en los juzgados por los bienes conjuntos y la ‘justa’ repartición de las obligaciones.
¡Esta casa es mía!
Entre las propiedades de la pareja se cuentan una mansión en Los Ángeles, dos residencias en Long Island, Nueva York, y un apartamento en la ciudad de Miami, así como acciones en el equipo de los Miami Dolphins. Una villa en Hidden Hills, California, avaluada en 8,5 millones de dólares compuesta por 9 habitaciones, 11 baños, un cuarto de juegos, un gimnasio, un estudio de grabación, una cancha de tenis y una de básquetbol, piscina y spa y un garaje con capacidad para guardar ocho vehículos. Otra de sus propiedades está ubicada en Long Island, se trata de una mansión con cuatro habitaciones, un estudio de grabación, un salón para tomar el sol, un establo, una piscina y una cocina gigante.