Apenas se reconocen en la ciudad los escenarios que relata la novela de Frank McCourt (Las cenizas de Ángela, 1996), con sus callejones pobres e insalubres. Hoy Limerick es una ciudad con color, alegre y pletórica que celebra su año como Capital Cultural de Europa.
Además de la profunda remodelación que se ha realizado en sus muelles junto al río Shanon, exposiciones, festivales, museos y un buen puñado de pubs con buen ambiente hacen que Limerick sea una escapada a tener en cuenta.
Fundada por vikingos en el siglo IX, en el Limerick actual destacan sus excelentes edificios georgianos, señoriales, que se concentran especialmente alrededor de la zona de Newtown Perry.
Con la designación como Capital Cultural 2014, la fisonomía de la ciudad ha dado un vuelco incorporando importantes edificios vanguardistas y las orillas del río Shanon lucen jalonadas de obras de arte contemporáneo.
Además de disfrutar de un apretado programa de actos que hasta diciembre animaran la ciudad, Limerick sorprende con un gran número de visitas curiosas y culturales.
Milk Market. Un gran mercado cubierto, lleno de color, divertido, con restaurantes que se abren para eventos especiales, alimentos de producción artesana, antigüedades, música y arte.
