Las aguas del Sena se desbordaron el jueves e inundaron caminos y vías férreas en París, lo que obligó a las autoridades del Louvre a hacer algo que no habían hecho en décadas: mover apresuradamente obras de arte a niveles más elevados.
El nivel del agua del célebre río que serpentea por la capital francesa llegará a su máximo nivel alrededor del jueves al mediodía. La policía de París subió su alerta de inundación a «naranja» -el segundo nivel más elevado- para las zonas alrededor del Sena, lo que significa que creen que las inundaciones podrán tener un «impacto importante» en inmuebles y gente.
El museo del Louvre anunció que cerrará el viernes para quitar sus obras de arte de salas amenazadas por el nivel del agua y las acomodará temporalmente en la planta superior. Su pintura más famosa, la «Mona Lisa» de Leonardo da Vinci, permanecerá en el piso superior.
Una vocera del Louvre dijo que el museo no tomaba tales precauciones en su historia moderna, desde su renovación en 1993. Habló bajo condición de anonimato apegada a las reglas del museo.
Los ríos en Europa se han salido de sus caudales esta semana, desde París hasta el estado alemán de Baviera, y han causado la muerte de seis personas, además de dejar a miles atrapados en casas o vehículos, y obligar al cierre de todo, desde estaciones del metro hasta castillos.
Se cancelaron cruceros turísticos, y varias carreteras en la capital francesa y sus alrededores quedaron cubiertas por agua. Las autoridades cerraron una línea de tren que corre junto al Sena en el centro de París que da servicio a sitios populares, como la Torre Eiffel, la explanada de Los Inválidos y el Museo de Orsay.
El presidente francés François Hollande dijo que se declararía oficialmente un «desastre natural» la próxima semana en las zonas más afectadas por las inundaciones y un fondo independiente ayudará a las aldeas y pequeños pueblos a arreglar el daño.
En Berlín, la canciller alemana Angela Merkel prometió ayuda continua a zonas inundadas y le dijo a la prensa el jueves que «se lamenta por aquellos a quienes la ayuda les llegó demasiado tarde, que perdieron la vida».
Bélgica también recibió lluvias intensas por cuarto día, con inundaciones en varios puntos del país.
Después de inundaciones generalizadas esta semana en Amberes, en el norte del país, y al oeste de Flandes, el agua seguía subiendo en la zona este en torno a Limburg y Lieja. Varios barrios tuvieron que evacuarse y las crecidas de ríos y arroyos inundaron sótanos y anegaron calles.
Una importante línea de tren que conecta la capital con Limburg, en el este, tuvo que suspender temporalmente sus servicios el jueves por la mañana. Por el momento no se han reportado muertes o heridos en Bélgica.