Nelson Mandela no sólo inspiró la lucha mundial contra la segregación racial, sino también al mundo artístico de todo el mundo, que le ha rendido homenaje desde mucho antes de su deceso. La generosidad de su espíritu hizo de él un símbolo del sacrificio y la reconciliación, en su país y más allá.
Mandela fue uno de los estadistas más queridos del mundo luego de que emergió de 27 años de prisión para negociar el fin del gobierno de la minoría blanca en Sudáfrica.
Muchas paredes de las ciudades de Johannesburgo y Ciudad del Cabo, en su natal Sudáfrica, lucen murales coloridos del primer presidente negro del país.
Cuando Mandela cayó gravemente enfermo en junio por una infección pulmonar, un artista indio le deseó que mejorara su salud haciendo un retrato en arena.
En la Plaza del Parlamento, en Londres, hay una estatua de bronce que retrata a Mandela de pie y con los brazos extendidos.