Una exploración panorámica sobre algunas de las escuelas pictóricas europeas del siglo XVI, especialmente las italianas y sus reverberaciones en la Nueva España exhibe el Museo Nacional de San Carlos (MNSC) en la muestra Manierismo. El arte después de la perfección.
En un recorrido, Magdalena Zabala Bonachea, coordinadora nacional de artes visuales del INBA, comentó que la exposición muestra cómo el manierismo influyó en los espacios coloniales, en el arte europeo e identifica los elementos que lo componen.
La exhibición presenta “las visiones de los artistas del siglo XVI, quienes plasmaron su preocupación por encontrar la forma perfecta. En una época en la que los artistas dejaron de ser anónimos”.
El curador del montaje, Marco Antonio Silva Barón, explicó que existen tantos conceptos de manierismo como historiadores del arte, y que para la actual muestra se abordó el término manierismo retomando la fuente original que es la palabra maniera que significa estilo, y Maniera (con mayúscula) que significa: el arte más hermoso, más perfecto y más bello.
Por ejemplo, la maniere difundida por Giorgio Vasari se basaba en la centralidad del disegno o dibujo; la de la Escuela Veneciana, en el colorito o colorido; la maniera en el norte de Europa, así como en España, absorbieron la técnica italiana; pero el más representativo es Domenikos Theotokopoulos, El Greco.
Las 46 piezas en exhibición provienen del Museo Metropolitano de Nueva York, Museo de Arte de San Diego, Museo de Arte de Ponce, de Puerto Rico; Museo de Bellas Artes, de Montreal, y Museo de Arte, de El Paso; así como del Museo Nacional de Arte, Acervo de la Academia de San Carlos, Museo Nacional del Virreinato, Museo Soumaya, Colección Catedral Metropolitana, Museo Nacional de San Carlos y de las colecciones de Pérez Simón, Rodrigo Rivero Lake y Daniel Liebsohn.
Marco Antonio Silva comentó que la muestra inicia con la idea de maniere, definida por Giorgio Vasari, ya que la perfección se había alcanzado y se plasma en recetas, fórmulas y teorías que se llevarían al papel, en tratados.
Manierismo. El arte después de la perfección arranca con las obras Madonna con el niño y San Juan El Bautista o Descanso durante la huida a Egipto, de Francesco Granacci; y San Juan Bautista, de Giovanni Pietro Rizzoli, conocido como Giampietrino; las cuales presentan los tres “paradigmas de la perfección” del manierismo, así como el estudio anatómico de la figura, la perfección en el dibujo y un estudio científico de la naturaleza.
Indicó que los paradigmas de la perfección son: la forma piramidal o triángulo compositivo; las figuras hermosas que debían tener continuidad de movimiento, esto con la forma de una S, (serpentinado) y la contraposición de las partes simétricas del cuerpo.
De entre las 46 piezas se exhiben las de Francesco Salviati, Retrato de un caballero, proveniente del museo Metropolitano de Nueva York. “Una obra con un manierismo elegante, deslumbrante, con el objetivo de impactar y provocar una fuerte emoción o impresión en quien la vea”, destacó el curador.
El montaje que estará abierto al público desde el 6 de diciembre tiene un punto de quiebre con dos piezas de Domenikos Theotokopoulos, El Greco: San pedro penitente y Adoración de los pastores.
“El Greco es un artista por excelencia que crea su propia maniera, quien desestabilizó los cánones establecidos (la pirámide, el dibujo y el color) y exalta el espíritu y la fe”, abundó Marco Antonio Silva.
Magdalena Zabala expuso que dicho pintor generó un canal importante hacia la pintura novohispana. “Él tendrá una tendencia similar dentro de esa pintura y es importante entenderlo, porque nuestra pintura nace de estos encuentros y tratados, por eso la importancia de hacer una muestra temática que revalorara este movimiento, ubicado en el siglo XVI”.
La exposición también presenta la irrupción del manierismo en la Nueva España. “Hacia 1570, una sociedad más urbana, sofisticada, tiene la necesidad de ornamentar sus iglesias, sobre todo en el ámbito urbano”, detalló Marco Antonio Silva.
Agregó: “no había artistas formados, por ello fueron contratados jóvenes que deseaban destacar y aceptaron el reto de venir a la Nueva España, convirtiéndose en fundadores de la escuela pictórica mexicana”.
Como ejemplo están las obras de Andrés de Concha, La sagrada familia con San Juan Niño, La sagrada familia y el joven Juan Bautista, Los 5 señores, y de Baltasar de Echave Orio, La visitación.
La muestra cierra con una colección gráfica manierista compuesta por ochos obras del acervo del Museo Nacional de San Carlos.
La exposición cuenta con una sala lúdica donde los visitantes pueden interactuar con objetos y diferentes escenarios museográficos. “Buscamos que los niños comprendan el manierismo y sean parte de esta manifestación artística”, puntualizó Carmen Gaitán Rojo, directora del recinto.
Manierismo. El arte después de la perfección estará abierta del 6 de diciembre a finales de mayo de 2014 en el Museo Nacional de San Carlos, en Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera. Horarios: martes a domingo de 10 a 17:30. Entrada general: 31 pesos