Mario Vargas Llosa es investido ‘Honoris causa’ por Universidad de Tokio

Un «orgulloso y conmovido» Mario Vargas Llosa fue investido hoy doctor «honoris causa» por la Universidad de Tokio, la más prestigiosa de Japón, un país por el que el escritor mostró admiración, respeto y una «sana envidia» por su modo de «cuidar las formas» .

«Nunca hubiera imaginado que mis libros romperían las barreras de los idiomas» ni que «pudieran llegar a Japón» , admitió Vargas Llosa, a quien la Universidad de Tokio definió como impulsor de una literatura que guía al lector a «un mundo que trasciende el tiempo y el espacio» .

En su discurso de agradecimiento, el escritor destacó la influencia de los japoneses en Perú, donde están «desde fines del siglo XIX» y han contribuido «enormemente» a modelar «ese mosaico de culturas» que es el país latinoamericano.

El Premio Nobel de Literatura 2010, que ha viajado a Japón en cuatro ocasiones, valoró el «buen gusto, elegancia y respeto» que priman en la sociedad nipona y subrayó que «en el arte y la literatura, todo depende de las formas» .

Vargas Llosa obtiene el quinto doctorado «honoris causa» que entrega la prestigiosa Universidad de Tokio y el primero a un escritor.

«En todos los años que llevo escribiendo nunca pensé que esta vocación me depararía también reconocimientos como éste» , reconoció el autor de «La fiesta del chivo» .

Antes de la ceremonia de investidura, Vargas Llosa habló a los estudiantes sobre la vocación literaria, «ésa -dijo- que exige una entrega total, el tipo de entrega que hacemos cuando amamos» .
Y al referirse a las palabras aludió a «ese material tan aparentemente efímero» .

El autor de «La casa verde» animó a los estudiantes a profundizar en el valor de la literatura, que definió como «una gran defensa contra los prejuicios, la violencia y la injusticia» y un modo de desarrollar el «espíritu crítico» .

«Sería un gravísimo error ver en la literatura solo diversión» , dijo Vargas Llosa, que insistió en que los libros y las realidades inventadas en ellos enseñan «que siempre hay cosas que cambiar» .

Así, consideró «verdaderamente atroz» la posibilidad de que en un futuro «los hombres y mujeres no necesitaran soñar» , ya que se habría materializado «el sueño de todas las dictaduras que ha padecido la historia: hacernos creer que el mundo está bien hecho y la realidad no necesita cambiarse» , concluyó.

Agencia El Universal