Marionetas de la Esquina…40 años de proyectar el arte del títere

Desde hace 40 años, la compañía Marionetas de la Esquina se ha propuesto contribuir con todas sus capacidades a difundir y elevar el arte del títere con una colección de alrededor de 400 títeres, muñecos y monigotes de uno de sus fundadores, el titiritero Lucio Espíndola.

Con más de 25 obras producidas, 12 diferentes técnicas de títeres, 12 obras en repertorio (Dibújame una Vaca, La visita inesperada, Mía, entre otras) y más de 10 mil rpresentaciones en la República Mexicana y el extranjero, actualmente se enfrenta ante un nuevo reto: El Centro Cultural La Titería.

Con un 45 por ciento de avance en su construcción, se convertiría en el primer espacio de artes escénicas para niños y niñas sobre un terreno de casi mil metros cuadrados ubicado en la calle de Guerrero No. 7 en la colonia del Carmen Coyoacán.

El diseño de construcción propone un lobby, una galería y área de juegos, espacio de proyección, sonido y luces para 200 personas, dos camerinos y bodega, un patio como taller y construcción de títeres, baños, salón de usos múltiples, oficinas y una terraza abierta.

“El espacio fue otorgado a la fundación La Titería. Hace dos años, en el mes de marzo nos dieron el uso de suelo después de cuatro años de trámites, y gracias a un primer apoyo del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) del Conaculta empezamos a construir”.

La creación de Fundación La Titería A.C. fue con el objeto de implementar y perfeccionar gradualmente los programas y proyectos que se quieren establecer en La Titería.

“En México no existe un espacio de estas características, hay teatros que tienen programación por la mañana, pero no hay en la tarde. Nosotros queremos garantizar eso con trabajos de calidad porque también eso es muy importante para acercarlos al teatro, la música, la danza, los títeres y no que los vacune en contra, eso es imprescindible”, comentó Lourdes Pérez Gay, directora de Marionetas de la Esquina.

El diseño de construcción propone un lobby, una galería y área de juegos, espacio de proyección, sonido y luces para 200 personas, dos camerinos y bodega, un patio como taller y construcción de títeres, baños, salón de usos múltiples, oficinas y una terraza abierta.

“El espacio fue otorgado a la fundación La Titería. Hace dos años, en el mes de marzo nos dieron el uso de suelo después de cuatro años de trámites, y gracias a un primer apoyo del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) del Conaculta en el 2010 empezamos a construir”.

La creación de Fundación La Titería A.C. fue con el objeto de implementar y perfeccionar gradualmente los programas y proyectos que se quieren establecer en La Titería.

Hasta el momento desde estas instalaciones, Marionetas de la Esquina presenta espectáculos todos los fines de semana en una carpa que incluye talleres en los que los pequeños pueden jugar, dibujar, platicar entre ellos, interactuar y compartir aspectos a partir de lo que ven en el escenario.

Además, la fundadora de la compañía refirió que la idea es que más adelante se impartan clases para preparar a aquellos que necesiten asesorías. “Es nuestra obligación asesorar y asistir en un país en el que se necesita una educación y propuestas que toquen temas que reconstruyan el tejido social”.

Señaló que en el teatro de títeres hay que cuidar su manejo dependiendo la técnica, sean de hilo, guiñoles, varillas o sombras y tratar de especializarte lo mejor posible, ya que en México no existe una escuela como tal.

“Necesitas actores profesionales, un director de escena, una escenografía, ahora la multimedia es una de las principales novedades. Hace 25 años en la compañía éramos todólogos. Actualmente somos 14 integrantes profesionales que vivimos de nuestro trabajo”.

Por ello, para Lourdes Pérez Gay es fundamental preparar a actores titiriteros y dejar en claro que no es un escalón mientras se convierten en actores famosos de televisión.

“El sueño es terminar esto, no para nosotros, sino para ofrecer un espacio de artes escénicas para los niños y niñas”, dice Lourdes Pérez Gay y asegura: “Hacer teatro para niños es una especialidad, hay que saber cómo piensan, no hay que tirar línea desde los adultos.

“Para eso hay que saber que los niños no son ñoños, no son tontos, son muy inteligentes y tienen una honestidad que hay que lograr que no se pierda”.

En ese sentido, destacó la vigencia de los títeres en el siglo XXI, pues el hecho de que un niño llegue a un espectáculo en vivo que sucede en el mismo momento, lo hace vibrar de otra manera, en una época en la que los pequeños están acostumbrados a funcionar frente a pantallas.

“Llegan aquí y es tal su emoción que interactúan con los títeres y les hablan de lo que les pasa. Esta parte de emocionarse colectivamente se dice fácil pero se ha ido perdiendo, nos emocionamos más individualmente, pero eso es lo que hacen las artes escénicas y las marionetas”.

Y es que el efecto psicológico que tiene emocionarse colectivamente genera empatía y solidaridad, algo que de acuerdo con la titiritera, no podemos permitir que se acabe.

“Si hay un niño de 12 años que es capaz de decir prefiero vivir un año como rey a toda una vida como güey es porque ya perdió la empatía, porque ya no piensa en lo que le pasa al que tiene enfrente ni se pone en sus zapatos”.

Para la dramaturga Amaranta Leyva, la inocencia no se pierde y aunque cueste más trabajo comunicarse con los infantes, consiguen adentrarse en las obras mediante temáticas más complejas.

“Antes, la forma de acercarse a los niños era didáctica pero no consideraban que podían ser un público que explorara en el teatro asuntos profundos. Ahora el creador adulto se está atreviendo a tocar temas que antes eran tabús, a crear trabajos más complejos y generar mayor interés en los niños al decirles más cosas”.

Consideró que los niños ahora tienen más información y hay que tenerlo en cuenta al escribir por lo que temas como la muerte, el divorcio y la homosexualidad ya aparecen en el teatro de títeres.

“Me acuerdo de niña burlándonos de las historias bobas y concentrándonos cuando proponían algo serio, no una tragedia o algo duro, sino que la historia tuviera un personaje, antagonista-protagonista, un verdadero problema a resolver. Es fácil que los niños identifiquen cuando una historia no está contada con honestidad. El niño identifica cuando algo es falso”, dijo la también actriz que se integró a Marionetas de la Esquina hace 26 años.

Señaló que en el caso de Marionetas de la Esquina las obras están marcadas por un afán de experimentación y búsqueda de alternativas escénicas variadas y por la voluntad de reflejar asuntos de interés con títeres que a veces aparecen interactuando con actores, dentro o fuera de teatrinos, con luces de teatro, luz negra o común, o simplemente la del sol.

De ahí la importancia de contar con un espacio que promueva propuestas estéticas vinculadas con la actualidad y destinadas a despertar emociones.

“Queremos que sea un Centro Cultural Infantil donde los niños y los papás sepan que siempre habrá una actividad para ellos con calidad, y que la sientan como su casa”, agregó Amaranta Leyva.

Además de este proyecto, la compañía sigue con giras y presentaciones de sus montajes. A partir del 15 de junio y hasta septiembre tendrán una temporada de la obra Los sueños de la bella durmiente los domingos a las 13:00 horas en el Centro Cultural Helénico.

Marionetas de la Esquina fue beneficiaria del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales Conaculta-Fonca 2001 para la investigación, escritura y publicación del libro: Marionetas de la esquina tras bambalinas.

De 2004 a 2012 fue reconocida por Conaculta como compañía de calidad y trayectoria en México a través de la beca Compañías con trayectoria y en el 2012 recibió la Medalla Rosete Aranda por su labor.

Para más información sobre Marionetas de la Esquina visita: http://marionetas.com.mx