Con los boletos agotados o en manos de la reventa que los ofrecía aprecios imposibles, una turba de poco más de 200 gentes, que no quiso quedarse sin ver a Caifanes, violentó una de las puertas del Foro Sol, intimido a las fuerzas de seguridad y acabó viendo gratis a Saúl y compañía en un gran concierto de reencuentro que, dicen los expertos basados en cuestiones de peso, dólar y hasta euro, seguirá en el Coachella y es casi seguro que tenga gira, disco y hasta DVD.
Ayer por lo pronto, la formación original: Alejandro Marcovich, Alfonso André, Sabo Romo, Diego Herrera y Saúl Hernández, por el que cantaron más de sesenta mil almas, protegiendo así una garganta que ha sufrido cerca de 40 operaciones y que, aún así canta lo que puede y como puede. La cuota de canciones de este regreso, luego de limar asperezas, malas mañas y pésimos entendidos, fue al son de las 19 en más de hora y media que conmocionó al Foro Sol, entregado de manera unánime al grupo, disuelto hace años.
«Será por eso», fue el primer tema al que le siguieron clásicas de la caifanmania como «Viento», «Dioses ocultos», «Detrás de ti», «Afuera», «Hasta morir» y muchas otras, hasta llegar a «la Negra Tomasa» de los que con un look totalmente alejado a de sus inicios donde Saúl quería ser el cantante de The Cure.
El tiempo que lo cura todo, acabó curándolos a ellos también y hasta perdonándolos, lo mismo que los perdonó en entrevista Carlos Loret de Mola, que muchos creían que les iba aplicar también el método Kalimba, para que contaran la verdad, y no. Conciertazo memorable, ni hablar.
Agencia El Universal