Medicamento reduce riesgo de desarrollar cáncer de mama

Millones de mujeres con alto riesgo de cáncer de mama tienen una nueva opción para prevenir la enfermedad.

El medicamento Aromasin de Pfizer Inc. reduce el riesgo de desarrollar el cáncer de mama a menos de la mitad sin los efectos secundarios que han mermado el entusiasmo por otros fármacos de prevención, de acuerdo con un nuevo estudio.

Fue el primer estudio realizado en mujeres sanas de las nuevas pastillas que bloquean las hormonas, llamadas inhibidores de aromatasa.

Se venden como Arimidex, Femara, Aromasin y en forma genérica. Las pastillas son usadas actualmente para prevenir la reaparición de cáncer de mama en pacientes que ya pasaron por la menopausia, y los médicos sospechaban desde hace tiempo que podrían prevenir casos iniciales también.

No se recomiendan los medicamentos preventivos para mujeres con un nivel normal de riesgo de cáncer de mama.

Las que tiene un riesgo más alto por mutación de genes u otras razones, ya tienen dos opciones para la prevención: tamoxifeno y raloxifeno. Pero no son populares porque conllevan un riesgo menor de desarrollar cáncer uterino, trombosis y otros problemas.

El estudio, discutido el sábado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, involucró a 4 mil 560 mujeres de Estados Unidos, Canadá, España y Francia.

Todas tenían al menos un factor de riesgo: edad de 60 años o más, haber padecido previamente de una anormalidad en el seno o de cáncer preinvasivo, u obtener una puntuación elevada en una escala que considera el historial familiar y otras cosas.

Un grupo de mujeres tomaron una dosis diaria de exemestano, que es vendido como Aromasin, mientras que otro tomó placebos.

Después de tres años, hubo 11 casos de cáncer de mama invasivo entre las que tomaron el medicamento, en comparación con 32 casos presentes entre el grupo de placebos.

Eso se tradujo en una reducción de riesgo de 65% entre las que las que tomaron el medicamento.

El beneficio fue suficiente para que observadores independientes decidieran que el medicamento debería ser ofrecido a todas las participantes.

Los efectos secundarios graves, como huesos rotos, colesterol alto y problemas del corazón, fueron similares en ambos grupos.

Un número ligeramente mayor de las mujeres que tomaron el medicamento se quejaron de sofocos, cansancio, sudor, insomnio y dolor en las articulaciones. Pero ambos grupos reportaron un nivel similar de calidad de vida.

Los resultados fueron publicados en la versión electrónica de la revista New England Journal of Medicine. La Sociedad Canadiense contra el Cáncer, Pfizer y la Fundación Avon ayudaron a pagar por la investigación.

Agencia El Universal