Tras el frío invierno llega la primavera y la abundancia que se representa con los tradicionales huevos de Pascua con los que abuelos y padrinos obsequian a los pequeños de la casa. En algunas ciudades europeas los mercados de Pascua tienen gran arraigo y se siguen celebrado hoy como hace siglos.
Viena. El mercado de Pascua del Palacio de Schönbrunn está considerado uno de los más bellos, con el palacio barroco de fondo. Unos sesenta tenderetes ofrecen toda clase de degustaciones culinarias, de motivos decorativos de Pascua y artesanía de Austria. En Viena también se celebra el mercado de Freyung, un precioso enclave antiguo del casco histórico que cada año acumula la montaña de huevos más grande de Europa con unos 40 000 huevos de Pascua pintados.
Salzsburgo. Frente al Tejadillo de Oro se instalan cada año más de treinta paradas repletas de objetos artesanales y adornos típicos de Pascua y especialidades gastronómicas locales y regionales.