A los 31 años, Michael Phelps dice que se siente feliz dando paso a la nueva generación. Pero le está costando irse y abandonar su vieja costumbre de cosechar medallas al por mayor.
El estadounidense volvió a sorprender al mundo al conquistar otras dos preseas doradas el martes y elevar su cuenta a 21. Phelps triunfó en los 200 mariposa y ayudó a que Estados Unidos se llevase el relevo de 4×200 libre.
Sus proezas opacaron un poco la tercera medalla dorada de la húngara Katinke Hosszu en los 200 combinados y la segunda de la estadounidense Katie Ledecky en los 200 libre.
Las tres victorias alejaron a Estados Unidos al tope del cuadro de medallas, que lidera con siete de oro y 18 en total. Nadie tiene más de tres presas doradas y cuatro en todo concepto.
Los 200 mariposa eran un campo minado para Phelps, quien enfrentaba al rival que sorpresivamente le ganó la prueba hace cuatro años en Londres, a dos húgaros muy peligrosos, incluido el que logró el tiempo más rápido en las eliminatorias, y a un japonés en ascenso, decidido a darle pelea a los grandes.
El estadounidense, no obstante, demostró su clase una vez más y ganó con autoridad en 1.56.36 minutos.
Ninguno de los rivales supuestamente fuertes lo inquietó. El único que lo apuró fue el japonés Masato Sakai, que ensayó una furiosa arremetida y casi lo alcanza. Llegó a cuatro centésimas y se quedó con la plata.
El húngaro Tamas Kenderesi, que había sido el más rápido en las eliminatorias, se tuvo que conformar con el bronce. Su compatriota Laszlo Cseh no estuvo en la pelea y terminó séptimo, mientras que el sudafricano Chad le Clos, que había vencido a Phelps en Londres 2012 aprovechando un descuido suyo, ocupó el cuarto lugar.
El estadounidense, que se retiró luego de los juegos de Londres y volvió un año después, tiene por delante otras dos pruebas individuales y un relevo.
Ledecky, por su parte, se alzó con su segunda presea dorada y tercera de los juegos (tiene una de plata en un relevo) con un registro de 1.53.73, superando por 35 centésimas a la sueca Sarah Sjostrom, que se llevó la plata. El bronce fue para la británica Emma McKeon y la italiana Federica Pellegrini finalizó cuarta.
Pellegrini había pronosticado que en esta final caería su récord mundial, pero no fue así. De hecho, Ledecky quedó a lejanas 75 centésimas.
“Ledecky es alguien especial. Terminar detrás de ella para mí es como ganar el oro”, comentó Sjostrom, que ganó un oro en los 100 mariposa.
Hosszu, la “Dama de Hierro” de la natación, desistió de competir en una cuarta prueba individual que tenía preliminares en la primera sesión y llegó más entera a la final de la noche, que ganó con un récord olímpico de 2.06.58 y 30 centésimas de ventaja sobre la medalla de plata, la británica Siobhan-Marie O’Connnor. El bronce fue para la estadounidense Maya Dirado.
La húngara ganó también los 100 espalda y los 400 combinados, en los que batió el récord mundial.
El japonés Innei Watanabe, impuso entretanto una marca olímpica en las semifinales de los 200 pecho al cronometrar 2.07.22.
Y el estadounidense Natham Adrian saltó del último al primer lugar en las eliminatorias de los 100 libre. Sobrevivió raspando a la primera ronda, con el 16to tiempo, pero fue el más rápido en las semifinales, en que hizo 47.83 y se confirmó como el favorito.