Considerado por la crítica especializada como “un ejecutante destinado a la gloria” (Classical Guitar Magazine), Morgan Szymanski ofreció la noche de este sábado 6 de agosto en el Centro Cultural Helénico del Conaculta el recital La vuelta al mundo en 6 cuerdas.
Rodeado por pinturas de maestros como Tintoretto, Tiziano y Murillo en La Capilla Gótica, y en compañía de familiares, amigos y público en general, Morgan Szymanski inició su concierto con Variaciones sobre un tema de Mozart (La Flauta Mágica) Op. 9, de Fernando Sor.
Antes de comenzar a rasgar las cuerdas de su guitarra, indicó que el año pasado visitó Viena, en donde conoció el museo de Mozart, encontrando ahí una pequeña flauta de bambú que pudo venir de Brasil o incluso México, instrumento que inspiró al pianista austriaco a escribir La Flauta Mágica. Ese fue el inicio de una vuelta al mundo que continúo con Cuatro Valses Venezolanos, de Antonio Lauro, integrados por El Negrito, La Gatica, El Marabino y El Totumo de Guarenas, los cuales tienen una gran influencia de la música africana.
El embrujo del recorrido de los dedos de Szymanski por las cuerdas de su guitarra, llevó a la audiencia a Paraguay con el tema Una Limosna por el Amor de Dios, de Agustín Barrios Mangoré. Considerado como el Paganini de ese país sudamericano, dicha composición fue la última de Barrios Mangoré y se cuenta que fue inspirada por una viejita que tocó pidiendo limosna a la puerta del compositor paraguayo.
El programa prosiguió con el Preludio No. 1, de Heitor Villa-Lobos, música inspirada en la gente de Brasil y en el Amazonas apuntó Szymanski antes de tocar esta pieza. Y añadió que la primera sección de cuerdas intenta imitar el sonido del chelo y que la segunda, emula el canto de un pájaro.
La primera parte de La vuelta al mundo en 6 cuerdas finalizó con la Primavera Porteña, de Astor Piazzolla. Composición llena de disonancias, pretexto del también miembro del ensamble internacional Machaca para bromear con el público y comentar “si suenan como errores, no lo son”.
The Unicorn in the Garden, fue compuesta por el británico Alec Roth especialmente para Szymanski quien apuntó que esta pieza fue inspirada por una pintura de la artista brasileña Ana María Pacheco, en la que el unicornio representa los sueños e ideales en tanto que el jardín nos representa nosotros.
El viaje que realizó la música del ganador del Young Concert Artist Trust prosiguió por los paisajes de nuestro país a través de siete de las 20 Estampas de México compuestas por Julio César Oliva, las cuales fueron La Zona del Silencio, Yucatán, Tenochtitlán, Río Grijalva, Tzintzuntzán, Jaranas y Trompetas.
L’Ultimo Caffe’ Insieme, Tarde de Lluvia de Café y American Coffee integraron la Selección de la suite ‘Italian Coffee’, de Simona Iannarelli que el joven guitarrista ofreció a sus oyentes para finalizar el programa con Jongo, del brasileño Paulo Bellinati.
Con un caluroso aplauso del auditorio, Szymanski agradeció al Centro Cultural Helénico del Conaculta por todas las facilidades otorgadas para realizar el concierto y ante la insistencia de la concurrencia ofreció un tema más: Recuerdos de la Alhambra, de Francisco Tárrega, el cual interpretará el próximo año en el lugar al que hace referencia esta melodía.
Al finalizar el concierto, Szymanski comentó que tocar en La Capilla Gótica le llenó de emoción por el lugar en sí, la acústica y sobre todo por el público que respondió de forma muy grata.
Por otra parte, añadió que entre sus planes, además de realizar giras de conciertos por Inglaterra y México, está la grabación de las 20 Estampas de México que es un proyecto en el cual incluirá a muchos artistas del país y de Europa quienes participarán con pinturas y dibujos inspirados en la música para después mostrar el resultado final en conciertos y exposiciones.