Narro llama a reformar la seguridad social, propone desligarla del mercado laboral

México.- El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, llamó a salir de la inercia y hacer una gran reforma, a reinventar la seguridad social mexicana para estar así realmente en el siglo XXI.

Al clausurar el Taller Internacional «Encrucijadas, prospectivas y propuestas de la seguridad social en México», expuso que contar con una seguridad social universal es una asignatura, un prerrequisito para ingresar en el siglo XXI; «en consecuencia, seguimos en el siglo XX».

En el acto celebrado en la Coordinación de Humanidades de la UNAM, el rector subrayó que el modelo de 1943 de ligar la seguridad social al trabajo para favorecer a este último ya dio todo lo que tenía que dar.

Por ello recomendó desligar la seguridad social del mercado laboral e hizo hincapié en la importancia de crear más fuentes de trabajo y de asegurar mejores condiciones laborales para la población.

Narro Robles asentó que la seguridad social debe descansar en dos pilares: el primero es la salud y el segundo toda la parte de seguros, que incluyen pensiones y otros rubros que se deben de determinar, porque sus vocaciones son distintas.

Para conseguirlo, explicó, se tendrán que hacer muchos cambios, pero advirtió que no se pueden hacer de manera aislada sino dentro de una gran reforma, porque «no nos van a alcanzar las cartas de negociación si no ponemos todo sobre la mesa».

También advirtió que siempre se esgrime el argumento de que «no hay dinero», pero advirtió que parte de ese problema pasa por una reforma fiscal integral y por la forma en que se ha decidido usar las finanzas públicas.

El rector mencionó, en primera instancia, que se puede crear un real sistema nacional de salud porque existen en el país 420 mil trabajadores del ramo, entre médicos y enfermeras, así como 20 mil unidades de atención.

Igualmente subrayó que de 2001 a 2010 se ha utilizado un presupuesto de 1.5 billones de pesos para la superación de la pobreza, pero es conveniente que se vea si se consiguieron los efectos que se esperaban.

Lo mismo expuso del Seguro Popular, al que se le han invertido de 2004 a 2010 más de 183 millones de pesos, al señalar que no es un asunto de inscripciones, sino de resultados.

Reconoció que México no sería el que es si no contara con instituciones como las que ahora tiene, como los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) o de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), con todo y los problemas que pudieran tener.

Sin embargo llegó la hora de hacer un replanteamiento de las instituciones, reiteró el rector de la máxima casa de estudios del país.

En ese sentido, subrayó que la seguridad social es una invención de hace 100 años y que no hay ninguna duda de que en el tránsito del siglo XIX al XX fue uno de los grandes motores que contribuyeron al desarrollo y configuración de un estado de bienestar que correspondía a una manera de ver distinta a la de las últimas décadas.

En materia de seguridad social «hay quienes hablan de la necesidad de que la mano visible del Estado pueda retomar una importancia en el desarrollo de los programas».

Asimismo opinó que en el mundo «algo no anda bien» y eso se percibe en muchos escenarios con distintas expresiones, con grupos diversos, como las protestas de jóvenes en Chile, por la educación; en Francia por la reforma jubilatoria; lo que ha pasado en Grecia, y las protestas de «los indignados» en Estados Unidos y España.

Agencia El Universal