Ante las múltiples fallas que ha registrado la nueva sede del Senado, el coordinador del PRD Carlos Navarrete, reconoció que la «obra todavía no se entrega» formal y oficialmente y la compañía constructora tendrá que solventar cada una de las fallas.
En conferencia de prensa, al recibir al joven marchista Erwin Guillermo González para brindarle su apoyo, advirtió que el costo del edificio fue muy alto, más de 2 mil 563 millones de pesos, y aseguró que al final tendrá que funcionar todo correctamente cuando les hagan la entrega formal del edificio, «en tiempo y forma».
A pregunta expresa, dijo desconocer la fecha para la entrega formal, pero confió en que el próximo primero de septiembre, en que inicia el próximo periodo ordinario de sesiones «todo esté resuelto».
Navarrete explicó que en la pasada reunión de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) no les dieron ningún tipo de información sobre la fecha final de recepción.
Aceptó que mudarse antes de que estuviera terminada la nueva sede «está teniendo sus consecuencias», porque hay un conjunto de detalles que tienen que ser resueltos.
Reveló que a pesar de no estar terminada, los senadores se mudaron al nuevo inmueble con el fin de «presionar» a la empresa constructora, GAMI, perteneciente al Grupo Indi, a terminar la obra.
Durante los últimos días, debido a las lluvias, la nueva sede de la Cámara alta ubicada en Reforma 135 ha presentado goteras, mismas que a su vez han generado encharcamientos.
Asimismo, se han presentado distintas fallas como en el sistema de aire acondicionado en el primer piso, debilitamiento de plafones, y hoy sobre todo se registran olores fétidos en los pasillos el inmueble.
«La obra todavía no se recibe, no ha habido una entrega-recepción de la obra, nos venimos para acá a trabajar para presionar a la constructora aún sin estar terminada, acelerar los trabajos.
«Venirnos para acá a trabajar en el mes de abril está teniendo sus consecuencias, hay todavía un conjunto de detalles que tienen que ser resueltos. Que hay alguna gotera en alguna parte, que se tapa una coladera, que el aire acondicionado está muy fuerte o muy bajo, que en un aguacero se taparon las rejillas del patio con el granizo y se desbordó el agua hacia el pleno, que ahorita huele a refrigerador de ferretería», dijo.
Navarrete aclaró que los senadores no han trabajado todos los días con «comodidades», debido a que no han concluido los detalles del edificio.
Agencia El Universal
