Nuño…enfrentamos ataques populistas como en tiempos de Plutarco

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, alertó que al igual que en tiempo de Plutarco Elías Calles, hoy el país enfrenta «ataques populistas y demagogos de expresiones radicales tanto de izquierda como derecha».

«Al igual que en aquel entonces la derecha radical busca recuperar privilegios perdidos y sobreponer intereses particulares al bien común, de la misma manera la izquierda radical busca destruir el trabajo que tanto trabajo nos ha costado construir a todos como nación», advirtió.

Durante la conmemoración del 71 aniversario luctuoso de Elías Calles, en el Monumento a la Revolución, llamó a que como en los tiempos de ese político sonorense, la respuesta a esos embates debe ser la unidad nacional y la reconciliación entre los mexicanos.

«Además requerimos de una nueva pedagogía para ejercer con responsabilidad nuestra anhelada democracia», declaró como orador principal del acto al que acudieron la dirigencia nacional priista, encabezada por Enrique Ochoa Reza, y familiares del expresidente.

Esa nueva pedagogía permitiría al país avanzar hacia una democracia de calidad y a la ciudadanía sentirse incluida en los terrenos económico y social.

«Para fomentar y consolidar con realismo valores democráticos en la participación en la política activa es necesario un enorme esfuerzo de todos los sectores: gobierno, partidos, medios de comunicación, organizaciones ciudadanas y, centralmente, la escuela».

Además se requiere tener claro «que para ejercer una democracia de calidad lo que se necesita son instituciones fuertes y no caudillos», subrayó el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Recordó que en su famoso Cuarto Informe de Gobierno, Elías Calles advirtió sobre la amenaza que existe cuando los caudillos se imponen a las instituciones.

Reconoció al exmandatario como un político eficaz y realista, prudente pero audaz. «Fue un político responsable que supo que lo importante no era la popularidad, si no la construcción de un nuevo Estado para alcanzar la paz, la estabilidad y el desarrollo».

Ahora el gobierno de Enrique Peña Nieto se ha enfrentado al reto de reconstruir el Estado mexicano, tras el extravío que sufrió después de la primera transición democrática, cuando fue cooptado por poderes fácticos e intereses ajenos al bien común.

El Presidente de la República se ha enfrentado a este desafío con serenidad, seriedad, audacia y determinación; con una gran visión y realismo ha sabido sobreponer el interés de México a los intereses particulares, más allá de coyunturas políticas o la búsqueda de popularidad.

Nuño Mayer afirmó que desde el inicio de su gestión tuvo claro que a pesar de la exitosa apertura comercial y política de México en las últimas décadas, era necesaria reformar una serie de instituciones económicas, sociales y políticas.

Recordó que con esa visión, en su segundo día de gobierno nació el Pacto por México como un gran acuerdo democrático, que impidió superar el impasse en que se encontraba el país y sobreponer el bien común por encima de los intereses partidistas y particulares, con una agenda ambiciosa pero realista.

En suma: los cambios impulsados por Peña Nieto han sentado las bases para construir en el siglo XXI un México en paz, incluyente , próspero y, al igual que Elías Calles, un México con educación de calidad para el desarrollo.

Para lograr esto se ha buscado incluir, como en su momento lo hiciera Plutarco Elías, a todos aquellos que habían permanecido excluidos, y citó entre ellos a los consumidores, «a través de un mayor acceso a productos y servicios accesibles gracias a una mayor competencia».

Además de una recuperación real de la soberanía energética, gracias a la participación de la inversión privada pero siempre bajo la rectoría del Estado, lo cual ha permitido reducir las tarifas de la energía para los hogares y la industria.

El funcionario federal aseguró que como en su momento el proyecto de Elías Calles, los esfuerzos de este gobierno se articulan a un gran eje rector, la educación, y el objetivo es construir de la mano de los maestros, aliados fundamentales de este proyecto, un nuevo sistema educativo que incluya a quienes habían quedado excluidos:

Niños y jóvenes ahora tendrán acceso a la educación de calidad; los maestros, que podrán progresar a partir de su propio mérito; los padres de familia, actualmente con mayor espacio de participación, y por supuesto los adultos que estaba en el rezago educativo, pues tendrán más oportunidades de concluir sus estudios.

Esto implica la recuperación de la rectoría del Estado en materia educativa, «rectoría que fue entregada a intereses particulares en la primera década de este siglo».

Ello «implica transformar un sistema clientelar y corporativo para crear un nuevo sistema de obligaciones y derechos claro, transparente y sustentado en el mérito un sistema que permite a los maestros tener una carrera, de acuerdo a su mérito, de acuerdo a su esfuerzo, de acuerdo sus capacidades y conocimientos, para seguir evolucionando y mejorando a lo largo de su vida».

Además de romper con el modelo vertical de la escuela burocrática y autoritaria para construir una nueva escuela abierta y democrática, donde los niños aprendan a razonar.

«En pocas palabras lo que queremos, lo que buscamos es educar para la libertad, para la creatividad. Todo eso es la reforma educativa», enfatizó Aurelio Nuño Mayer.

Abundó que al igual que el Callismo en su momento, el proyecto del presidente Enrique Peña Nieto enfrenta importantes retos, como un entorno internacional complejo y volátil que afecta las relaciones internacionales, la estabilidad monetaria y las finanzas públicas.

«Al igual que en la época de Calles, por razones ajenas a nuestro país la caída en los precios del petróleo implica restricción presupuestal importantes», abundó.

inf./Notimex