Declarándose “prendido”, el presidente Barack Obama entró a la contienda presidencial haciendo campaña por Hillary Clinton, y llamó a los estadunidense a votar por una visión que apuesta al futuro de Estados Unidos.
“El otro lado no tiene nada que ofrecerles”, dijo al mandatario ante miles de simpatizantes reunidos en el Centro de Convenciones de Charlotte, en Carolina del Norte, el mismo sitio donde hace cuatro años inició de manera formal su campaña en busca de la reelección.
Sin saco, con las mangas de la camisa arremangadas y con un semblante bastante relajado, Obama presentó una larga lista de logros de su exsecretaria de Estado.
Aseveró que Clinton cuenta con la experiencia, el conocimiento, el temple para luchar a favor de la clase media y consolidar los avances logrados en los pasados ocho años.
“No ha habido antes un hombre o una mujer mejor preparados para ocupar esta oficina”, apuntó el gobernante estadunidense, recordando los días de Clinton como activista estudiantil, exprimera dama, exsenadora por Nueva York y el responsable de la política exterior estadunidense.
Obama caracterizó los próximos comicios como una elección entre dos visiones sobre el curso que deberá seguir el país los próximos cuatro años, una “que se aferra a un pasado imaginario o otra, para alcanzar al futuro”.
Sin mencionar una sola vez a Donald Trump, Obama presentó la oferta del virtual abanderado republicano como extremista, radical, distante de la realidad del país y ausente de propuestas concretas para responder a los retos que enfrente el país.
“Aún los republicanos no saben de lo que la otra persona está hablando”, agregó en clara alusión al millonario de bienes raíces, quien celebró más tarde su propio acto de campaña en la capital Raleigh, Carolina del Norte.
Obama aseguró que frente al comportamiento errático que el abanderado republicano ha mostrado a lo largo del proceso interno, Clinton ha desplegado un carácter firme y consistente que la hacen la persona idónea para responder a los retos de un mundo real.
“Este no es un reality show. Esto no es entretenimiento, esto es real. Esto es realidad y ser presidente de Estados Unidos significa hacer frente a la realidad”, dijo, en alusión al pasado de Trump como figura central del reality “El aprendiz”.
Obama indicó que la persona que ocupe la Casa Blanca los próximos cuatro años no puede rehuir los retos de está realidad, “no se puede despedir al guionista, no se puede ser irresponsable, no se tiene el lujo de decir lo primero que se viene a la cabeza. De hecho tienes que saber de qué estás hablando”.
“Hay que estudiar. No se puede echar afuera reporteros. No se puede ir a otro país y hacer que los echen sólo porque te hicieron una pregunta que no te gustó, sólo porque se está en otro país. Se tiene que aplicar un juicio firme, aún cuando las cosas no son como se quiere”, añadió.
De igual forma señaló que quien es presidente debe tomar decisiones aún cuando no sea populares, no den resultados inmediatos o afecten su imagen y confrontar la critica sin tomarla personal, “dejarla de lado y hacer el trabajo”.
El entusiasmo del mandatario por estar nuevamente en la campaña presidencial, aún en calidad de promotor, fue evidente a lo largo de su participación, liderando en un par de ocasiones el coro de voces que gritaban ¡Hillary! ¡Hillary! ¡Hillary!.
Cuando la multitud abucheó la mención de los republicanos o las alusiones a Trump, el mandatario les pidió no hacerlo.“No abucheen, voten. Abuchear no ayuda, ¡voten!”, los exhortó.