La demencia es un problema de salud pública que va en aumento. 152 millones de personas podrían sufrirlo en 2050, informó este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un síndrome que no solamente afecta a los pacientes sino también a sus familiares y cuidadores.
La demencia influye en la memoria, el pensamiento y el comportamiento, y reduce la capacidad de realizar las actividades cotidianas. Es un síndrome de carácter crónico o progresivo que, si bien aqueja principalmente a personas mayores, no es un comportamiento normal del envejecimiento.
Sus formas son múltiples y diversas y la más común, la enfermedad de Alzheimer, representa entre un 60% y un 70% de los casos.
El impacto del síndrome, que afecta a cerca de 50 millones de personas en el mundo, va más allá de los pacientes para alcanzar a sus familiares y cuidadores que soportan una importante carga física y emocional.
“Casi 10 millones de personas son diagnosticadas con demencia cada año, 6 millones de ellas en países de bajo o mediano ingreso,” declaró este jueves Tedros Ghebreyesus, el director general de la OMS.
El síndrome tiene un impacto económico considerable, con un costo anual estimado a 818.000 millones de dólares.
Un tema de salud pública
Si bien no existe ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva, se están investigando múltiples tratamientos nuevos. Además, existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias.
La demencia es una prioridad de salud pública, asevera la OMS, que busca aumentar la concienciación, no solamente para promover el diagnóstico y la atención temprana, sino también para alentar la investigación e innovación.
La agencia propone un Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública para el periodo 2017-2025, cuyo objetivo es mejorar la vida de las personas que sufren el síndrome y de las que las rodean, además de reducir el impacto sobre las comunidades y países.
También se ha creado un Observatorio mundial sobre la demencia, una plataforma de intercambio de información y conocimiento desarrollada por la OMS a partir de consultas con expertos, representantes de países pilotos y Estados miembros de la organización.