Más del 25% de las muertes de niños menores de cinco años se atribuye a un medio ambiente poco saludable, según un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El documento indica que 1,7 millones de menores mueren cada año debido a la polución del aire en ambientes cerrados donde se cocina con leña y del aire que se respira en el exterior, además del humo de cigarrillos, el agua contaminada y la falta de higiene.
El estudio también hace hincapié en que las causas más comunes de esos decesos son diarrea, malaria y pulmonía.
La OMS afirmó que todos esos padecimientos son prevenibles con medidas simples como el acceso a energías limpias y agua potable.
La doctora María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Determinantes Ambientales de la Salud, aseveró que la solución a esa situación está muy relacionada con las energías limpias.
“Debemos recordar que la contaminación del aire es una de las principales causas de muerte en niños y adultos”, recalcó la experta de la OMS.
Advirtió que sin acceso a fuentes de energía limpia en las casas y sin reducir la polución del aire en las zonas urbanas, especialmente en los países en desarrollo, no se logrará combatir este problema.