La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha iniciado el conteo de las familias rohingyas que han huido de Myanmar, con el objetivo de proporcionar la asistencia más adecuada.
Según recientes estimaciones de las agencias humanitarias pertenecientes al Grupo de Coordinación Intersectorial (ISCG por sus siglas en inglés), el número de refugiados rohingyas que llegaron a Cox´s Bazar, en Bangladesh, en los últimos 47 días habría alcanzado los 536.000.
“La situación es sumamente grave. Estas personas están desnutridas y el acceso a agua potable y servicios de sanidad en muchos de los sitios espontáneos es insuficiente. Están en un alto estado de vulnerabilidad. Han huido del conflicto, experimentado traumas severos y se encuentran actualmente viviendo en condiciones extremadamente difíciles”, declaró Sarat Dash, el Jefe de Misión de la Organización Internacional para la Migraciones (OIM) en Bangladesh.
El ACNUR ha iniciado con el Gobierno el conteo de las familias refugiadas, con el propósito de proporcionar la ayuda más adecuada según las necesidades identificadas. Para llevar a cabo ese ejercicio, liderado por la Comisión para el apoyo a los refugiados y la repatriación de Bangladesh (RRRC por su sigla en inglés), la agencia de la ONU ha reclutado y entrenado a 100 agentes y ha proporcionado el equipo para el conteo.
Hasta la fecha han sido identificadas 17.855 familias en los campamentos de Balukhali y Kutupalong. Se prevé cubrir 525.000 personas en las próximas semanas.
El 3 de octubre, el ISCG lanzó un llamamiento revisado solicitando 434 millones de dólares como parte de un Plan de Respuesta Humanitaria de 6 meses destinado a 1,2 millones de personas, entre ellas los refugiados rohingyas y 300.000 nacionales de Bangladesh en estado de vulnerabilidad que se encontraban viviendo en las comunidades de acogida de Cox’s Bazar.
En un encuentro con la prensa tras una reunión en el Consejo de Seguridad este viernes en la tarde, el Representante Permanente de Francia y presidente del Consejo para el mes de octubre, François Delattre, denunció que una “limpieza étnica esté ocurriendo ante nuestros ojos” en Myanmar.
Asimismo, confirmó el apoyo del Consejo a las recomendaciones emitidas por la Comisión Asesora sobre el Estado de Rakhine presidida por el ex-Secretario General de la ONU Kofi Annan.
Annan, que se dirigió a los miembros del Consejo en la tarde, anunció el próximo nombramiento de un grupo de expertos para la implementación de las recomendaciones. “La hoja de ruta está clara”, aseveró, “y busca enfrentar las causas del conflicto en el estado de Rakhine y defender los derechos de los rohingyas”.
El Consejo pidió al gobierno de Myanmar cesar la violencia, dar acceso humanitario sin restricciones, y reanudar el diálogo con Bangladesh acerca del retorno de los rohingyas.