El sistema de la ONU urgió hoy a todas las partes enfrentadas en Sudán del Sur a respetar el alto el fuego acordado el 11 de julio por el presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar, y reiteró su llamado a proteger a la población civil.
La Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) pidió a ambos líderes garantizar que sus respectivas fuerzas se replieguen a las barracas y permitan el acceso irrestricto a las patrullas de las fuerzas de paz a Juba, además de levantar las restricciones de movimiento a los civiles.
La UNMISS, al igual que el asesor especial de la ONU sobre la prevención del genocidio, Adama Dieng, recordó al gobierno su responsabilidad de proteger a la población, independientemente de su filiación política.
Asimismo, subrayaron que las autoridades son responsables de abrir corredores para la entrada de personal y suministros humanitarios, y para evacuar a los enfermos.
Adame Dieng, por su parte, enfatizó la necesidad de poner fin a la impunidad en Sudán del Sur y afirmó que no puede haber paz ni reconciliación nacional si los responsables de atrocidades no rinden cuentas.
La UNMISS continúa albergando a decenas de miles de desplazados en Juba y trabaja para movilizar a los socios regionales es internacionales con el propósito de que encuentren una solución al conflicto, que en el recrudecimiento de los últimos días ha dejado más de 300 muertos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, indicó que requiere recursos humanos, logísticos y financieros adicionales para responder eficazmente a la catástrofe humanitaria que se cierne sobre Sudán del Sur.