El museo Guimet de París, dedicado especialmente al arte asiático, acoge la exposición Tesoros de la Antigua China.
Bronces rituales de la colección Meiyintang, que se podrá visitar hasta el 10 de junio de 2013. La muestra presenta un centenar de piezas que datan de la Edad de Bronce china y que fueron reunidas durante más de cincuenta años por los hermanos suizos Zuellig.
Los bronces de la Antigua China fueron concebidos desde un principio como objetos mágicos y propiciatorios, no tenían un fin utilitario. En el siglo XIX a.C. ya eran objetos favorables para realizar cultos a los ancestros, sobre todo en el campo de batalla.
La exposición arranca precisamente con la cultura de Erlitou, que se desarrolló entre los siglos XIX y XVI a.C, en que la metalurgia alcanzó un alto grado de elegancia y perfección. Durante la dinastía Shang, entre los siglos XVI y XI a.C., la decoración se enriquece con follajes y máscaras taotie.
En los siglos sucesivos, bajo la dinastía Zhou (1046-256 a.C.), las figuras de animales, que estructuran la decoración, resultan cada vez más reconocibles, a la vez que mejoran las técnicas de fundición o vaciado.
El follaje se vuelve más marcado, mientras que las máscaras lucen cuernos. Por último, durante el período de los Reinos Combatientes, entre los siglos V y III a.C., la extravagancia se convirtió en la peculiaridad de estas piezas rituales, reconocible por las características incrustaciones que presentan.