Pilsen…Capital Cultural Europea 2015

Tal vez Pilsen no sea una ciudad muy conocida, pero su nombre resuena por todo el planeta gracias a la cerveza tipo Pilsen (o pilsener) que elabora desde hace siglos. Esta urbe cervecera situada a 94 kilómetros de Praga en la región checa de Bohemia ha sido elegida Capital Cultural Europea 2015, así que este año será una buena ocasión para visitar sus tabernas y también descubrir su patrimonio y oferta cultural. Porque esta población de 170.000 habitantes aglutina una larga historia, desde la Edad Media hasta la actualidad, convertida ya en una ciudad activa cuya vida gira en torno a su industria y a su joven Universidad.

Para conocer a esta famosa desconocida es obligado situarse en la plaza de la República, el ombligo de un círculo amurallado en época medieval. En el núcleo de ese centro, exenta, se alza la catedral de San Bartolomé, un templo gótico más bien modesto, cuyo atrio luce el escudo de la ciudad, con un ángel protector, una galga símbolo de fidelidad y un camello que fue emblema de las guerras contra los husitas protestantes del siglo XV. Hace un lustro se colocaron en la plaza unas fuentes doradas y de líneas abstractas –muy controvertidas entonces– que, según su autor Ondrej Cisler, representan estos símbolos.

El Ayuntamiento renacentista, en un costado de la plaza, guarda una maqueta gigante del casco histórico que conviene ver antes de echarse a andar. Al lado se erige la llamada Casa Imperial –en ella Rodolfo II se refugió de la peste en 1599–, cuya fachada recubierta de esgrafiados es otro ejemplo de Renacimiento checo.Tampoco faltan la Columna de la Peste, una de las que se alzaron en Europa durante la plaga de 1680, ni edificios modernistas dibujando su perímetro; los hay también dispersos por el centro y en los bulevares que crecieron a partir del siglo XIX tras derribar las murallas.

En la plaza aguarda también el Museo de Títeres, imprescindible para comprender el alma de la ciudad de la que fueron vecinos dos de los principales creadores del teatro checo de marionetas: Josef Skupa y Jiri Trnka.

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