Tracey Emin, internacionalmente famosa por su provocadora instalación consistente en una cama sucia, usa tampones en una de las obras de su nueva retrospectiva en la galería Hayward, de Londres.
En declaraciones que reproducen hoy varios medios británicos, la ex finalista del premio Turner, de 47 años, se confiesa algo avergonzada de haber empleado ese artículo de higiene femenina en una obra que data de hace doce años.
Ni la cama, ni la tienda de campaña con los nombres de todos sus amantes entre 1963 y 1995 forman parte de la exposición. Esa última porque fue pasto de las llamas en un incendio que estalló en el depósito donde se guardaba en 2004.
Sí están, sin embargo muchas de las mantas en las que ha escrito con grandes letras frases como «No espero ser madre, pero sí morir sola», así como esculturas de neón como la que da título a la exposición «Love is What You Want» .
El arte de Emin, que provoca lo mismo admiración que repulsa, gira siempre en torno a los episodios más íntimos de su biografía, incluidos abortos y abusos sexuales sufridos, que explota siempre en lo que sus críticos califican de afán exhibicionista y sus admiradores, de grito femenino de angustia.
La artista se declara ahora votante conservadora pese a que los «tories» del primer ministro, David Cameron, han recortado en casi un 25 por ciento el presupuesto del ministerio de Cultura para los próximos cuatro años.
«Los recortes aplicados a las artes (por los conservadores) son menos que los que hubo hace ocho años bajo el Gobierno laborista. En un momento como el actual es sorprendente que haya dinero para las artes» , afirma Emin, citada hoy por el diario The Guardian.
«Además los tories son grandes coleccionistas de arte. Muchos de mis amigos creen que estoy loca al votar a los tories, pero me gustaría saber quién compra sus obras, quiénes son los mayores filántropos. Con seguridad que no son los votantes laboristas» , explica.
Tracey Emin, la artista que no duda en retratarse masturbándose, forma ya parte del «establishment» artístico: en 2007 fue elegida a la Royal Academy of Arts, ha representado el Reino Unido en la Bienal de Venecia y la aerolínea British Airways la ha nombrado «embajadora de las artes».
Agencia El Universal