Desarrollan lentes de contacto con los que el correo electrónico y eventualmente cualquier texto llegaría directo a los ojos.
Investigadores de la Universidad de Washington desarrollaron un par de lentes de contacto con los que es posible leer directamente en su superficie los correos electrónicos y otros textos recibidos desde Internet.
Por lo pronto los lentes son solo un prototipo que necesita perfeccionarse, pero ya ha superado algunas pruebas. Se han probado, por ejemplo, hasta por 20 minutos en conejos sin aparentes efectos adversos, aunque todavía resta saber su impacto en la estructura ocular humana, sobre todo por las temperaturas que el aparato podría desarrollar en su funcionamiento y los químicos necesarios en su construcción. Asimismo, otro de los obstáculos por superarse será su fuente de energía, pues por ahora depende de un sistema wireless conectado a una pequeña batería que no debe encontrarse a pocos centímetros de distancia.
Con todo, el dispositivo es incluso en su forma actual sorprendente por la nanotecnología que requirió en su diseño: metal de pocos nanómetros de espesor, casi una milésima del grosor de un cabello humano y diodos emisores de luz con un ancho de la tercera parte de un milímetro; los componentes eléctricos, reducidos a polvo, ser rociaron sobre una hoja de plástico flexible y, finalmente, por un procedimiento que se conoce como auto-ensamblaje y que tiene como base el fenómeno físico de la capilaridad, cada pieza por su forma toma el lugar que le corresponde, ajustándose en su posición exacta y previamente dispuesta.
Luego de resolver los problemas presentados, los investigadores esperan incrementar la resolución de las imágenes proyectadas en los lentes y, quizá, emplearlos como un sistema de navegación que indique a su usuario qué camino seguir o, en otro contexto, que al mirar algo el lente nos proporcione información adicional sobre el objeto, cualquiera que este sea.