México, D.F.- En ocasión del décimo aniversario de una de las máximas figuras del cine mexicano, María Félix, cabe recordar que su presencia prevalece en el inconsciente colectivo de la cultura popular, tal y como lo señaló en su momento Octavio Paz: «La gran creación de María Félix es ella misma».
La Doña, como se le conoce desde su interpretación en la película Doña Bárbara (1943, Fernando de Fuentes), pertenece a un grupo de mujeres vinculada también al cine estadounidense y europeo en expansión, mientras que su vigencia se extiende a por lo menos un par de décadas. De nuevo, el poeta Octavio Paz señaló su importancia: «María Félix nació dos veces: sus padres la engendraron y ella, después, se inventó a sí misma».
A actrices como María Félix les correspondió marcar una imagen de la cultura popular que se definió entre los años treinta y cincuenta, proyectándose más allá en la percepción de diversos sectores a lo largo del siglo XX.
Desde luego que ella estuvo acompañada por otras interpretes, como la brasileña Carmen Miranda y la argentina Libertad Lamarque. Si su presencia ha estado presente es porque son la expresión del ideal de la belleza e idiosincrasia en América Latina, y, al mismo tiempo, perfilan la imagen de la cultura popular latinoamericana que se extenderá a lo largo del siglo XX.
María Félix no sólo consiguió encarnar en la pantalla al furioso personaje de la mujer de arrebatadora belleza que emplea sus atributos para enloquecer a los hombres, manipularlos y despreciarlos, sino que consiguió trasladar fuera de la pantalla esos atributos para erigirse permanentemente como La Doña, esa cruza de sus personajes de mujer fatal a la mexicana, desde Doña Bárbara y Enamorada hasta Doña Diabla y La Cucaracha.
En su libro Nacionalismo de celuloide y otros melodramas, Susan Dever reporta que Félix formó parte de una constelación de luminarias, mitificadas durante la Época de Oro, cuyo significado simbólico se extendió de manera estable por años.
La presencia de estas figuras se dio en el marco de sólido aparato de producción y distribución cinematográfica “que fue saturado con la retórica y las representaciones del nacionalismo”. Dever afirma que las estrellas de cine promovieron la imagen de México como una nación entre naciones.
De esa manera es que Félix ocupó prácticamente un sitio como patrimonio de México, pero además como representación de una actriz de cine humanizada y mujer mexicana glorificada.
El filme que transformó la carrera de la actriz fue Doña Bárbara, pues la colocó como admirada actriz e ícono sobrevaluado. Dever señala que Félix – y su director, las revistas de farándula y los críticos- pusieron de moda a la actriz y al ícono casi literalmente de la misma tela. Doña María adoptó los pantalones para montar a caballo, asumió el interés en lo maléfico del personaje ficticio, he hizo de sí misma la imagen de La devoradora, la devoradora de hombres”.
Doña Bárbara por Canal 22
A una década del fallecimiento de la actriz María Félix, Canal 22 le rinde homenaje con una programación especial el domingo 8 de abril. Se trata de la transmisión de Doña Bárbara, basado en la novela del mismo nombre del expresidente y escritor venezolano Rómulo Gallegos.
La película de Fernando de Fuentes es considerada una de las 100 mejores películas del cine mexicano, se estrenó en 1943 y fue protagonizada por María Félix, Julián Soler, María Elena Márquez y Andrés Soler.
Se trata de la historia de Santos Luzardo y Doña Bárbara, quienes tienen un encuentro, luego de que el primero regresa a las tierras de Altamira, en la llanura venezolana, después de un viaje que realizó a Caracas para estudiar Leyes.
La protagonista tiene sometidos a los peones que viven en la región, gracias a su poder económico, simpatía, audacia, mano dura y un poco de brujería, por lo que se le conoce entre los campesinos como la “devoradora de hombres”. A su encuentro con Santos, Doña Bárbara se enamora del joven y no descansará hasta que logre cautivarlo.
Además, como parte de la barra programática Expediente humano se transmitirá el programa María Félix, la inalcanzable Doña, que ofrece al espectador un acercamiento a la figura de la actriz que significó un parte aguas en el cine y encarnó el arquetípico de la mujer de indomable carácter.
De singular belleza, María Félix nació en Álamos, Sonora el 8 de abril de 1914, durante su carrera cinematográfica filmó 17 películas con artistas de la talla de Pedro Armendáriz, Rossano Brazzi, George Machall, Fernando Fernán Gómez, Ignacio López Tarso y Emilio Fernández, entre otros.
Se convirtió en la máxima actriz mexicana reconocida a nivel internacional. Estuvo casada cuatro veces y tuvo solamente un hijo, Enrique Álvarez Félix, producto de su primer matrimonio con Enrique Álvarez.
