Con turbulencias económicas y políticas, inician su camino las 11 alcaldías de Aguascalientes, incluida la alcaldesa de la capital, la priista Lorena Martínez Rodríguez.
Con esto se marca el regreso del PRI a la cúpula del poder en la entidad, al ocupar la gubernatura del estado, la cual recuperó después de 12 años de dominio panista, 14 de las 27 curules en el Congreso del Estado y ocho de las 11 alcaldías, siendo las tres restantes, para sus aliados electorales de Nueva Alianza.
Es así como este 31 de diciembre, se cierran las tomas de protesta, las cuales comenzaron el pasado 15 de noviembre con el Poder Legislativo, seguida por la de Carlos Lozano de la Torre como gobernador, el pasado 1 de diciembre.
Con el Teatro Morelos como escenario, la segunda mujer en ocupar la presidencia municipal, por la vía de las urnas, se refirió a la pobreza, a la inseguridad y los retrocesos que han sufrido los aguascalentenses, en su calidad de vida, como los principales problemas a enfrentar.
«Es inaceptable que un 24 por ciento de los habitantes de nuestro municipio no tenga acceso a los bienes básicos de la educación y la salud, Aún más inaceptables el hecho de que un 12 por ciento apenas tenga recursos suficientes para comer, la pobreza sigue creciendo aceleradamente en la zona urbana».
Con respecto a la inseguridad pública, Martínez Rodríguez delineó lo que será su estrategia para abordar esta problemática, principalmente desde tres puntos, la asistencia social, la equidad para todos y una constante mejoría en los servicios públicos.
«Los grandes fraccionamientos saturados de viviendas pequeñas y con raquíticos servicios públicos, se han convertido en el mejor caldo de cultivo para la delincuencia y las distintas expresiones de violencia, desintegradas las familias y roto el tejido social, resulta fácil para los jóvenes, caer en las garras del pandillerismo, la promiscuidad, el alcoholismo y la drogadicción. No basta con que haya más patrullas en nuestras colonias, la inseguridad y el delito requieren una atención integral».
A lo que no hizo referencia en su discurso fue a los problemas económicos y políticos que le deja la administración saliente, de su mismo partido, la cual fue encabezada por el ahora diputado Gabriel Arellano Espinosa.
Desde señalamientos de irregularidades por parte de la Auditoria Superior de la Federación, en la adquisición de equipo de seguridad pública, hasta la solicitud de desafuero, por parte de la Procuraduría del Estado, del Síndico de Hacienda Joel Castañeda, acusado de haber falsificado la firma del alcalde para la obtención de varios vehículos de lujo.
Con respecto a las otras diez alcaldías, el propio gobernador, Carlos Lozano de la Torre, lamentó la irresponsabilidad con que fueron manejados sus recursos públicos, por lo que aseveró, trabajará en conjunto con las nuevas administraciones para salvar los escollos que se han encontrado.
«Lo que sí es que hay una irresponsabilidad porque, los municipios igual que el Gobierno del estado tenían un presupuesto y deberían de haberse apegado a ese presupuesto. Entonces los recursos como aquí se ha dicho, dejan en situaciones, en algunos casos, complicadas algunos municipios; voy a reunirme con los presidentes municipales y con el Gabinete el próximo lunes, empezando luego, luego».