México.- Un par de objetos textiles litúrgicos confeccionados en el siglo XVIII con hilos de oro y plata, son sometidos a procesos de restauración por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para ser exhibidas en el Museo Regional de Tlaxcala, al cual pertenecen.
Se trata de la puerta de un sagrario, hecha en terciopelo de seda y con bordados de hilos de plata, así como de una casulla con diseños en seda y una cruz bordada con entorchados de oro, que reciben tratamientos especializados en el taller de textiles, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH.
La restauración de ambas piezas estará terminada este año, el sagrario a finales de este mes, y la casulla en diciembre próximo. Las intervenciones hechas han sido variadas y específicas; debido a la diversidad de materiales que conforman las piezas, entre ellos, seda, hilos de plata y oro, lentejuelas, listón dorado y algodón, dijeron expertos del INAH.
«La puerta del sagrario -pequeño nicho en el que se guardan las hostias- está compuesta por un bastidor de madera y una tela de terciopelo de seda azul con diversos bordados al centro, que es sostenida al bastidor por tachuelas doradas», describió la restauradora Fabiana González Portoni, encargada de la intervención del objeto religioso.
«Es una hermosa pieza, que debido a sus materiales y manufactura (madera y textil) se considera del siglo XVIII, ya que los sagrarios posteriores a esta fecha suelen ser de otros materiales», detalló González Portoni.
El objeto religioso -de 66 cm de longitud y 48 de ancho- presentaba diversos deterioros ocasionados por humedad, ataque de insectos y corrosión natural de los metales, indicó.
«El bastidor ya no brindaba el soporte que el textil necesitaba, porque ya estaba debilitado por ataque de termitas, además presentaba un faltante en la parte inferior, por lo que hubo necesidad de fumigar la pieza, hacerle limpieza superficial y colocarle elementos nuevos en la zona del faltante», comentó González Portoni.
El textil, cuya base es terciopelo de seda azul, bordado con entorchados y lentejuelas de plata, está finamente decorado con figuras de liebres, pájaros y flores, que están alrededor del diseño de un cordero al centro, mismo que presenta un estandarte y está acostado sobre un libro con siete separadores.
«Debido a la corrosión natural de los metales, hubo necesidad de limpiar los entorchados hechos con hilos de plata, estabilizar y protegerlos con sustancias especiales, a fin de recuperar algo de su brillo original, y evitar -en la medida de lo posible- que se oxiden; además los hilos de plata, principalmente los que estaban desprendidos, se volvieron a sujetar al lienzo mediante hilos de seda», agregó la especialista.
En tanto, la restauradora Susana Miranda Ham, responsable del taller de restauración de textiles de la CNCPC, mencionó que la casulla tiene bordados de hilos de seda y entorchados con láminas de oro, y no obstante que en los años 80 tuvo una primera atención, este año será sometido a tratamientos de limpieza superficial y consolidación, para retirar suciedad, y atender desgaste y desfazamiento de algunos hilos.
La casulla, elaborada en tela brocada posiblemente compuesta de seda y algodón, es una vestidura litúrgica que utiliza el sacerdote católico sobre la sotana o el alba para oficiar misa.
«En este caso, el objeto tiene en la parte posterior una cruz bordada con entorchado dorado, que se acompaña con motivos florales de diferentes colores», señaló Miranda Ham, al comentar que la restauración de la casulla se prevé terminar a finales de 2012, con el objetivo de que sea exhibido en el Museo Regional de Tlaxcala.
Al término de la restauración y del montaje, las piezas regresarán al Museo Regional de Tlaxcala, en el Ex Convento de Nuestra Señora de la Asunción, construido por los franciscanos en el siglo XVI.
Agencia El Universal