Reynoso y la gloria azul: una gestión de “choques”

AGUASCALIENTES

Con una nueva deuda para el estado de más de 3 mil millones de pesos, sus principales obras inconclusas, sus anhelos presidenciales deshechos y un estado que conoció por primera vez, en este periodo, las ejecuciones, balaceras, levantones, secuestros y extorsiones, es como se despide Luis Armando Reynoso Femat de su sexenio.

Fue en 2003 cuando Luis Armando Reynoso Femat obtuvo para el PAN un triunfo electoral histórico, lo que le dio la posibilidad de convertirse, por primera vez, en el partido mayoritario, al haber obtenido la gubernatura, la mayoría en el Congreso y gran parte de las presidencias municipales.

Desde el primer día, Reynoso no dejó de presumir que fue gracias a él y su empuje que el PAN y todos sus candidatos obtuvieron el éxito, e incluso, en aquel día de la victoria, entrevistado por EL UNIVERSAL, no descartó su interés de convertirse en el candidato presidencial del PAN; “cualquiera estaría interesado y se sentiría honrado y más con este tipo de triunfos”.

El sexenio fue transcurriendo y los enfrentamientos con su partido, principalmente con su bancada en el Congreso local, fueron más evidentes.

Tal fue el rompimiento, que el gobernador tuvo que refugiarse en la oposición, que en ese momento era representada por el PRI, Convergencia y el Verde Ecologista, partidos que le validaron todas sus peticiones al Legislativo, desde la creación de nuevos impuestos, hasta la autorización para endeudar al estado en diversas ocasiones por más de 3 mil millones de pesos.

Después del inicio, en el que todo fue “miel sobre hojuelas”, sectores del Partido Acción Nacional y empresarios comenzaron a cuestionar el creciente interés del mandatario en brindar todo tipo de apoyos, no al deporte en general, pero sí al equipo Rayos del Necaxa.

Desde que fue alcalde de la capital, Reynoso Femat brindó todo tipo de facilidades a este equipo para que Aguascalientes fuera su nueva sede, desde la entrega del estadio municipal para la construcción de su centro, así como terrenos y apoyos para la construcción de su casa-club.

Durante su campaña, Reynoso utilizaba al equipo para ganar adeptos entre la población, regalaba boletos para los encuentros y llegó a presentar como una promesa de campaña el que los Rayos del Necaxa se convertirían en campeones del futbol mexicano en su sexenio.

“Encontronazo” con partido e IP

Uno de los puntos más controvertidos de su sexenio, se dio cuando presentó una primera solicitud de endeudamiento por 2 mil millones de pesos, entre los proyectos a realizar con esos recursos estaban un nuevo hospital, el entubamiento del distrito de riego 01, la construcción de un centro de convenciones, el equipamiento de un parque de diversiones en la isla San Marcos y principalmente la construcción de una ciudad alterna en la comunidad de Peñuelas.

Acción Nacional le dio la espalda e incluso fue la primera vez en que se promovió su expulsión, por considerar que endeudar de tal manera al estado iba contra los principios albicelestes.

La operación política del gobernador le permitió salir avante de este primer encuentro; todos sus endeudamientos fueron aprobados por el PRI y la oposición y la dirigencia nacional del PAN, en ese entonces encabezada por Manuel Espino, lo perdonó y no fue expulsado.

Quienes no quedaron muy conformes fueron los empresarios, quienes vieron con desagrado la creación del Impuesto sobre la Nómina (ISN), el cual sería utilizado para financiar proyectos de capitalistas locales, al menos esa fue la promesa oficial.

En la realidad, dicha carga impositiva fue utilizada para garantizar los endeudamientos millonarios solicitados por el gobierno y la gota que derramó el vaso de los empresarios fue que el fideicomiso creado para el manejo de los recursos del ISN se utilizó para financiar al Necaxa, la película Abel del actor Diego Luna, entre otros proyectos, que la iniciativa privada calificó como superfluos e irrelevantes para el desarrollo económico de la entidad.

Expulsión del PAN

La relación entre Reynoso y el partido que lo llevó al poder, o el que él llevó al poder, como le gusta señalar, llegó a su fin durante las elecciones del pasado 4 de julio.

Fue acusado por el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, César Nava, de haber operado política y electoralmente contra el candidato albiceleste Martín Orozco Sandoval, y de haber orquestado la derrota desde el Palacio de Gobierno.

Nava afirmó que Reynoso operó a favor de “su amigo”, el priísta Carlos Lozano de la Torre, quien hoy toma protesta como el nuevo mandatario.

Después de un proceso, que el propio Reynoso Femat calificó como amañado y como una venganza de “grupúsculos”, el ex alcalde fue expulsado de las filas del PAN.

Capotea a enemigos

Hasta el final de su administración, Luis Armando Reynoso Femat presumió de conseguir todos sus objetivos, tal vez por eso en la última entrevista que ofreció a los medios de comunicación aún retó a sus enemigos y les aclaró que le “seguirán haciendo los mandados”.

Incluso, el ex panista señaló que utilizará sus conocimientos como el nuevo dueño de la ganadería de toros bravos El Arenal, para capotear las embestidas de sus enemigos.

Con respecto a sus aspiraciones subrayó que sigue con la espinita enterrada de convertirse en diplomático mexicano; “eso es lo que realmente a mí me gustaría, tengo la cosquillita y ya que se me mete algo normalmente me salgo con la mía”.

Como frase de despedida en contra de sus detractores, el gobernador concluyó: “Me hacen los mandados, aquí estoy y seguiré aquí, a mis enemigos los saludo desde acá”.

Agencia El Universal