La curaduría que François Neyt realizó de la exposición Río Congo. Artes de África Central abarca la erudición del especialista y la experiencia del caminante que no está encerrado en el gabinete, sino que ha recorrido por largo tiempo la ribera del Congo, señaló Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología (MNA), durante la presentación del catálogo de la muestra que ha sido visitada por más de 110 mil personas.
El doctor en Historia invitó a los presentes a acercarse a la exposición de acceso gratuito, que termina su periodo de exhibición este domingo, y al catálogo Río Congo, en el que se puede apreciar la lectura del curador, construida desde una perspectiva antropológica interesada en los usos y contextos de los materiales, y en el valor estético de cada una las piezas.
En la presentación que se realizó el jueves por la noche en el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún del MNA, el director del recinto se acercó a las fuentes históricas a las que recurrió François Neyt para integrar la exposición, que fue vista por primera vez en el Museo del quai Branly en 2010.
Resaltó que para aquella primera exhibición el curador (un monje benedictino y profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica) recurrió al acervo del Museo del quai Branly y a coleccionistas privados, pero la que se muestra en México proviene en su totalidad del recinto francés.
Antonio Saborit explicó que la colección tiene una historia mucho más larga, ya que antes de pertenecer al quai Branly formaron parte del Museo del Hombre y previamente al del Trocadero, el cual congregó las piezas que el gobierno francés recopiló a lo largo del siglo XIX y principios del XX en distintos sitios de los países dominados, de ahí que estas colecciones se vinculan con una política colonial.
Por ser objetos extraídos de su contexto original con propósitos ajenos al conocimiento científico o antropológico se desconoce para qué se usaron las máscaras, figurillas o textiles; sin embargo, el curador se valió de la portentosa vida de las formas artísticas para realizar su lectura.
“Por su pecado de origen, los acervos etnográficos franceses nos llevan a una visión colonialista, y ese es el gran desafío ineludible que enfrenta cualquier curador, como ineludible es la apreciación estética”.
Agregó que Pablo Picasso, Amedeo Modigliani y Diego Rivera fueron influidos hace 100 años por las formas que encontraron en las estatuillas y máscaras provenientes del Corazón de las tinieblas (como señala Joseph Conrad al África Central en su novela) y pusieron de cabeza las formas artísticas existentes.
El director del MNA aseveró que estos acervos son un rico legado etnográfico y tienen un carácter histórico, porque ya no se producen, la invasión de Occidente terminó con todo aquello. “Muchas piezas resultan enigmáticas incluso para los pobladores de la ribera del Congo, los niños asocian estas máscaras y figurillas con salvajismo o superstición”.
La exposición Río Congo, artes del África Central está integrada por 346 piezas principalmente de los siglos XIX y XX, todas pertenecientes al Museo del quai Branly, que a pesar de no ser las mismas que se mostraron en la capital francesa mantienen la prédica del curador.
Entre las piezas que se pueden observar destacan un centenar que nunca antes habían salido del museo francés, entre ellas máscaras en forma de corazón, relicarios y estatuas de ancestros, así como armas, instrumentos musicales y textiles. Todas se realizaron en materiales como madera, piel, fibras, marfil, plumas, hueso, rafia, hierba, follaje, cerámica, caolín, resinas, algodón, hierro, latón, cobre, vidrio, conchas, perlas, pigmentos y telas.
El catálogo Río Congo, editado por el INAH, tiene un costo de 375 pesos y puede adquirirse en la tienda de Exposiciones Temporales del Instituto.
La muestra se exhibe en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología, en paseo de la Reforma y Calzada Gandhi. Entrada libre de martes a domingo, de 9 a 19 horas.