Un viaje por las grandes ciudades históricas del mundo no tendría sentido sin la eterna Roma.
Hoy los restos de la antigua capital del Imperio se visitan en una ruta que transita por la ciudad moderna.
El magnífico Coliseo (71 d.C), los foros, en especial el de Trajano, baños y catacumbas… siguen impresionando, sobre todo si se contemplan en su conjunto desde colinas cercanas como la del Palatino.
Con un poco de imaginación, las basílicas vuelven a erguirse, los templos se llenan de ofrendas, el Senado resuena de voces y los soldados desfilan por la empedrada Vía Sacra.