La ciudad californiana mantiene vivo el magnetismo que la convirtió en un icono cultural
La gracia de San Francisco es que es la más europea de las ciudades norteamericanas y que, a diferencia de otras metrópolis, resulta sumamente agradable andar por sus barrios (el centro, Chinatown, North Beach, Fisherman’s Wharf, Mission, Castro…).
A lo largo de un paseo sin prisas, y descubrir curiosidades como las Painted Ladies, casas victorianas de tonos suaves y dispuestas en línea, y los murales de Mission.
Las distintas caras de San Francisco sorprenden y contagian una emoción que aumenta al cruzar el Golden Gate, el puente que ejerce de símbolo de esta ciudad californiana.