Satélite que medirá salinidad de mares y océanos será lanzado el viernes

El lanzamiento del satélite SAC-D Aquarius, programado para este jueves en los Estados Unidos, fue postergado por 24 horas y será el viernes 10 de junio a las 10:20 EDT, informó este miércoles la agencia espacial estadounidense (NASA).

El despegue de la sonda que monitoreará la salinidad de los mares se pospuso para que el equipo complete la revisión de una falla que se encontró en el Delta II, el vehículo que transportará al Aquarius, informó el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena California.

El equipo de lanzamiento informó que se prevén condiciones óptimas para el lanzamiento el próximo viernes.

El SAC-D es el satélite con fines científicos más importante que se ha construido en Argentina y será lanzado desde una base de la Fuerza Área estadounidense en California.

Después de superar con éxito en Brasil las últimas pruebas, el SAC-D Aquarius fue trasladado a Estados Unidos, donde la NASA lo ha integrado al cohete Delta II, a través del que será puesto en órbita desde la base californiana de Vanderberg.

Este «hito» de la tecnología espacial argentina, como lo definen las autoridades del país, tiene como objetivo principal medir la humedad del suelo a gran escala y la salinidad de mares y océanos de forma global para elaborar alertas tempranas de inundaciones y modelos climáticos a largo plazo.

«Aquarius trazará un mapa de las variaciones globales de salinidad a un detalle sin precedentes, llevando a nuevos descubrimientos que mejorarán nuestra capacidad para predecir el clima del futuro», dijo Gary Lagerloef, director de Investigaciones del satélite.

Las observaciones del Aquarius revelarán cómo las variaciones de salinidad influyen las corrientes oceánicas, trazan el recorrido del agua dulce a través del planeta y ayudan a moldear el clima de la Tierra.

«La salinidad es el pegamento que vincula dos componentes básicos del complejo sistema del clima: las corrientes oceánicas y el ciclo global del agua», agregó Gary Lagerloef.

Según la NASA, la superficie de los océanos intercambia agua y calor constantemente con la atmósfera, y el 80% del ciclo global del agua que mueve agua dulce de los océanos a la atmósfera y a la tierra y posteriormente de vuelta al océano se produce sobre la superficie de éstos.

Además, el Aquarius llevará otros instrumentos para recoger información medioambiental sobre desastres naturales, calidad del aire, epidemiología y procesos geológicos

El satélite fue construido en la sureña ciudad argentina de Bariloche con la colaboración de la NASA y las agencias espaciales de Brasil, Canadá, Francia e Italia.

El pasado junio fue trasladado a un laboratorio espacial del estado brasileño de Sao Paulo, donde durante seis meses le realizaron una intensas pruebas y simularon las condiciones que enfrentará en órbita.

En las operaciones, que incluyeron pruebas de vibración, térmicas y de choque participaron cerca de 200 científicos y técnicos de los países que hicieron parte del desarrollo del satélite.

Agencia El Universal