Tania…cincuenta años de Libertad

La cantante de origen peruano Tania Libertad saldó su deuda con sus seguidores mexicanos con un emotivo concierto en el Auditorio Nacional, en el que también cumplió la promesa de hablar menos y cantar más, al interpretar 34 canciones de su extenso repertorio durante más de dos horas de recital.

En el marco de su segunda presentación por su 50 aniversario de trayectoria artística y con la finalidad de deleitar a los fans que no pudieron verla en el Palacio de Bellas Artes en febrero pasado, la intérprete se entregó por completo a los casi siete mil espectadores.

La artista deleitó con su agudo estilo de voz y rindió homenaje a la cultura musical de México, recordando a los compositores José Alfredo Jiménez y Armando Manzanero, a quien le agradeció la gran amistad y cariño que le ha profesado desde que llegó a vivir a este país.

«Muchas gracias por compartir conmigo una vez más mis 50 años de cantante, han sido años vividos con mucha pasión e intensidad, llenos de anécdotas; gracias a la vida que me permite seguir cantando y a esta Orquesta Filarmónica de Acapulco, que bajo la dirección de Eduardo Álvarez hoy me acompaña», explicó para seguir enamorando el oído de los presentes.

Con un poema sobre la voz y un pensamiento del escritor José Saramago, Tania Libertad abrió el concierto con el tema «La paloma» (Rafael Alberti), para luego emocionar a la audiencia con «Gracias a la vida» (Violeta Parra) y transformar la quietud del público en un coro con el tema popular «El tamalito».

La intérprete se tomó la libertad de recordar a otros grandes de la canción mexicana con un popurrí de compositores como Roberto Cantoral («Regálame esta noche»), Juan Záizar («Cielo rojo») , Juan Gabriel («Costumbres») y José Alfredo Jiménez («Amanecí en tus brazos» y «Mundo raro»).

Tania aprovechó al máximo el tiempo para ligarse canción tras canción al llevar a la memoria de sus seguidores «La carta monina», «Mi amor por ti», «Razón de vivir» y «Sin la Luna», para después recordar a Joan Manuel Serrat con «La fiesta», «Procuro olvidarte» (Manuel Alejandro), «Para vivir» (Pablo Milanés), «Ave María» (Franz Schubert), «Yo vengo a ofrecer mi corazón» (Fito Páez), «Ojalá» (Silvio Rodríguez) y «Alfonsina y el mar» (Félix Luna/Ariel Ramírez).

Al inicio la intérprete compartió con su público un bello pensamiento que la describe como una de las voces más hermosas de la creación, escrito por José Saramago. «El mundo es también las voces humanas, ese milagro de la palabra que se repite todos los días como una corona de sonidos viajando en el espacio.

«La primera vez que la oí cantar tuve la revelación de las alturas de la emoción a que puede llevarnos una voz desnuda, sola delante del mundo, sin ningún instrumento que la acompañara. Tania cantaba a capella ‘La paloma’ y cada nota acariciaba una cuerda de mi sensibilidad hasta el deslumbramiento.

Ataviada con un amplio vestido color beige y un chaleco de piel café, en contraste con su blonda cabellera alborotada, Tania, quien inició su carrera a los siete años y grabó su primer disco a los nueve, le dio un tono menos formal a su presencia en el escenario, a diferencia de aquel concierto en el Palacio de las Bellas Artes.

Por encima de su Orquesta Filarmónica de Acapulco salió su instrumento vocal con temas como «Procuro olvidarte», «Para vivir», «Ave María», «Negra presuntuosa», «La maza» y «Honrar la vida» y conectarse con la sensibilidad de Manzanero al dar vida a canciones como «Por debajo de la mesa», «Dormir contigo», «Somos novios», «No sé tú» y «Contigo aprendí».

El final de su segundo concierto de celebración por sus 50 años de trayectoria se acercaba, por lo que recordó temas como «Amanecí en tus brazos», «La muda», «Ojalá», «El pastor», «La bruja», «Himno al amor», «D.L.G», «Concierto para una voz», «Fina estampa» y «Alfonsina», detalle que el público agradeció con un largo aplauso.

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