La Guerra Total ha terminado. The Walking Dead cierra así una trama que venía desde la sexta temporada y abre camino a nuevas historias.
Como ya anunció el showrunner Scott M. Gimple, el episodio final de la octava temporada supone una transición hacia la siguiente “fase” de la serie, que traerá muchas sorpresas.
Entre ellas la posibilidad de que uno de los personajes centrales de la ficción se convierta en el nuevo villano.
Negan (Jeffrey Dean Morgan) está convaleciente tras su pelea final con Rick (Andrew Lincoln). Recuperándose de las heridas, Rick y Michonne (Danai Gurira) le dicen que pasará el resto de su vida encarcelado, siendo testigo del nuevo mundo sin violencia que planean crear tras su victoria.
La derrota de Negan supone la paz para las comunidades, pero en The Walking Dead la calma dura poco. Pronto alguien tendrá que sustituir al villano y una teoría apunta a que Maggie (Lauren Cohan) podría convertirse en la nueva archienemiga de Rick.
La decisión de Rick de mantener a Negan con vida no ha gustado a Maggie, quien está sedienta de venganza después de que el líder de Los Salvadores asesinara a Glenn (Steven Yeun) en la pasada temporada.
Las palabras de Maggie al final del último episodio han dejado claro que no piensa quedarse de brazos cruzados. “Rick se equivocó al hacer lo que hizo. Michonne también. Así que vamos a aguardar un tiempo, esperar nuestro momento y entonces se lo demostraremos”, asegura Maggie.
En el cómic, Maggie y Rick tienen diferencias sobre el futuro de Negan, por lo que Maggie decide buscar venganza por su cuenta.
Sin embargo, la serie parece que seguirá un camino opuesto, y enfrentará a Maggie y Rick.
La novena temporada de The Walking Dead aún no tiene fecha de estreno, aunque está previsto que se emita el próximo otoño.
inf./Tiempo Digital/Excélsior