Doménikos Theotokópoulos, apodado el Greco («el griego») en recuerdo de su patria lejana, fue un pintor cretense (Candía, 1541) que se estableció en Toledo en 1577 -donde buscó infructuosamente el mecenazgo de Felipe II- hasta su muerte en 1614.
A lo largo de 2014, Toledo conmemora el IV Centenario de la muerte del Greco, su ciudadano más universal, quien fue uno de los iniciadores del Siglo de Oro de la pintura española. Pero aunque parezca sorprendente en su ciudad de adopción no se había celebrado hasta ahora una exposición de sus obras. Toledo, la ciudad en la que alcanzó el cénit de su arte, por fin le rinde un merecido homenaje, al ofrecer la mayor reunión de sus obras en la historia.
El Museo de Santa Cruz y los denominados Espacios Greco (sacristía de la Catedral, iglesia de Santo Tomé, capilla de San José, convento de Santo Domingo el Antiguo, Hospital Tavera) serán las sedes de las exposiciones. Estos espacios conservan los lienzos originales en el mismo lugar para el que se crearon.
Al fondo de la sacristía de la Catedral destaca El expolio de Cristo, que pintó en ese mismo lugar en 1587; en el interior de la iglesia de Santo Tomé se conserva El entierro del conde de Orgaz, su obra maestra, cuyo encargo se remonta a 1586; el retablo central de la capilla de San José está considerado como el más innovador de los realizados por el Greco.
Las obras del convento de Santo Domingo el Antiguo corresponden a encargos de su primera etapa toledana, donde el artista manejó el lenguaje plástico aprendido en Italia con una expresión personal que fue creciendo al compás de su estancia en Roma; el Hospital Tavera, fundado extramuros de Toledo, conserva el retablo dedicado al Bautismo de Cristo, único recuerdo del último proyecto emprendido por el Greco, contratado en 1608, pero que no llegó a terminarse por la muerte del pintor.
Por otro lado, el Museo de Santa Cruz acogerá la exposición El Greco: arte y oficio, del 8 de septiembre al 9 de diciembre, que contará con 75 obras que nunca se han expuesto en España, entre ellas varias procedentes de colecciones particulares del Reino Unido, Estados Unidos y México. Por primera vez se podrán comparar in situ diferentes versiones de El expolio, Cristo abrazado a la cruz, San Francisco o La crucifixión, entre otros. Se trata además de una oportunidad única para contemplar en una misma ciudad los cuatro Apostolados del Greco.
La muestra El Greco y la pintura moderna, en el Museo del Prado de Madrid del 24 de junio al 5 de octubre, se centrará en el redescubrimiento de la figura del Greco por parte de la pintura de los siglos XIX y XX. Una selección de 25 obras del maestro cretense se expondrá junto a más de 70 obras modernas, de artistas como Manet, Cézanne, Picasso y Pollock.