La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) afirmó hoy que Uruguay violó los tratados internacionales al legalizar la producción, venta y consumo de marihuana.
La dependencia recordó que Uruguay es un Estado parte de la Convención sobre Narcóticos de 1961, que controla el cannabis y establece su uso limitado para propósitos médicos y científicos.
“El órgano legislativo que ha apoyado leyes y acuerdos internacionales y un gobierno que es socio activo en la cooperación internacional y en el mantenimiento del estado de derecho decidió romper las provisiones legales acordadas universalmente”, apuntó Raymond Yans, presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de la UNODC.
Según esa Oficina, la decisión de Uruguay –tomada en medio del creciente debate que tiene lugar en América Latina sobre las políticas contra el narcotráfico–, no ha tomado en cuenta la dimensión del impacto en la salud del uso de la droga.
La JIFE subrayó que la Convención de 1961 tiene el objetivo de proteger la salud y el bienestar de la humanidad y el cannabis no sólo es adictivo sino que puede afectar algunas funciones fundamentales del cerebro.
Según la UNODC, fumar marihuana es más cancerígeno que fumar tabaco y la medida uruguaya no protegerá a los jóvenes “sino que tendrá el efecto perverso de alentar su experimentación temprana, reduciendo la edad de la primera vez que se usa, además de contribuir a problemas de desarrollo, adicción y otros trastornos.