El padre Jaime MacLeod es un aficionado al arte que compró un retrato antiguo por US$700 sin saber que su precio se multiplicaría por 1.000 -según nota de BBC Mundo-.
La pintura que adquirió resultó no ser una antigüedad más sin gran valor sino un retrato del mítico pintor flamenco del siglo XVII Anthony Van Dyck.
Su autenticidad fue desvelada con la ayuda del programa de arte de la BBC «Fake or Fortune?» (¿Falsificación o Fortuna?), después de que el sacerdote expusiera su retrato en la feria de Antigüedades de Gloucestershire (Inglaterra).
Fiona Bruce, presentadora del programa, sospechó que podía ser un Van Dyck genuino y no una falsificación como en principio se pensaba.
Bruce había dedicado recientemente mucho tiempo a una serie de programas centrados en la obra del artista, junto con el experto Philip Mould. Fue ella quien sugirió que podría ser auténtico.
«Cuando lo vi, algo en el contorno de los ojos y el hueso de la nariz me indicaron que quizá podía estar ante un Van Dyck verdadero. Eran parecidos a las obras que yo había estado viendo», explica.
El programa de arte le ofreció entonces asesoría artística para terminar de aclarar el misterio.
Una restauración que duró meses
En aquella feria de arte, Jaime MacLeod aceptó someter su cuadro a un delicado proceso de limpieza que permitiera descubrir si los trazos escondidos bajo las restauraciones y modificaciones de la obra eran los originales del pintor flamenco.
El proceso de restauración tomó varios meses y las capas sobrepuestas a lo largo de los años por otros autores fueron cuidadosamente eliminadas para exponer la pintura originaria del siglo XVII.
La presentadora del programa, Fiona Bruce dijo que estaba «entusiasmada» con la relevación.
El retrato es el más valioso que se ha identificado en la feria de arte antiguo de Gloucestershire en sus 36 años de historia.
Ahora que incluso Christopher Brown, una de las mayores autoridades mundiales en Van Dyck, reconoció la veracidad de su autoría, el sacerdote es oficialmente propietario de una obra valorada en US$700.000.
El padre Jaime MacLeod ha dicho que utilizará su recién adquirida fortuna para comprar nuevas campanas para su iglesia.