
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Videgaray, aseguró que México ha expresado su rechazo claro a la aplicación unilateral de disposiciones del gobierno de Estados Unido en materia de deportaciones y migración, en respuesta a las versiones de que una de las nuevas líneas del gobierno de Donald Trump contempla deportar a México a ciudadanos de otros países.
Dijo que esta propuesta tendría graves problemas legales y vulneraría la soberanía de México.
«Las decisiones de quién entra a México, las toma México y solamente México y así lo hemos expresado con claridad, directamente al secretario de Estado y al secretario de Seguridad Interior, se los hemos reiterado de manera clara al equipo de la Casa Blanca», indicó.
Declaró que México está abierto a continuar la colaboración de la repatriación de mexicanos a territorio nacional», lo cual le hizo saber al secretario de Estado de esa nación, Rex Tillerson, con quien además prepara una reunión en Washington para dentro de dos o tres semanas.
Por otro lado, aseguró que la separación de las familias migrantes mexicanas no es un hecho, pero sí una posibilidad que analiza el gobierno de Donald Trump, por lo que reiteró ante funcionarios estadounidenses el rechazo del gobierno mexicano a esta medida.
En conferencia de prensa, el canciller dijo que este anuncio fue el motivo de su viaje exprés a Washington en donde se reunió con los asesores cercanos del mandatario estadounidense Donald Trump y habló vía telefónica con el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Dijo que la separación de menores «es un atentado contra la integridad de la familia» y dijo que la respuesta que obtuvo de la Casa Blanca es que esto es una posibilidad que analiza el gobierno actual.
«Es una preocupación que hemos externado ya al gobierno de Estados Unidos y al Departamento de Seguridad Interior y que hoy hemos expresado a la Casa Blanca. El gobierno de México reitera que tenemos la absoluta disposición para llegar a buenos acuerdos, siempre constructivo con el gobierno de Estados Unidos, siempre y cuando se respeten principios fundamentales, entre ellos, en primer lugar, los derechos humanos de los mexicanos», precisó.
Consideró que separar a las familias a su arribo, con independencia de las razones que motiven una política de esta naturaleza, representa atentar contra la integridad y la unidad fundamental y social que es la familia.
«Hemos expresado a distintos funcionarios de la Casa Blanca esta preocupación que se da en el marco de una conversación amplia, seria, respetuosa en la que el gobierno mexicano ha dejado claro cuáles son sus principios, objetivos y límites», reiteró.
Sobre la disminución de migración de México hacia los Estados Unidos, el canciller dijo que habrá que revisar la cifra, pero es una tendencia que viene a la baja desde hace varios años.
Aseguró que la conversación entre el gobierno de Estados Unidos y México continúa, hay muchos temas en la agenda bilateral, es un proceso complejo que tendrá un camino de meses, de muchas reuniones de trabajo y que la construcción del muro no ha sido tema de conversación.
inf./Grupo Fórmula