En una comunicación enviada en diciembre de 2009, la secretaria norteamericana de Estado, Hilary Clinton, pidió a sus diplomáticos informes pormenorizados sobre la «dinámica» de trabajo del presidente Felipe Calderón y cómo le afectan los problemas económicos y de seguridad por los que atraviesa el país.
La información requerida sería utilizada para que los diseñadores de las políticas gubernamentales en ese país tuvieran un mejor panorama del estilo de gobernar de Calderón, según revela el cable número 238295 filtrado por WikiLeaks.
El Departamento de Estado señala que «Calderón y su administración se encuentran bajo mucho estrés derivado de la guerra contra el narcotráfico, el colapso económico y la grave derrota que sufrió su partido (el PAN) en las elecciones intermedias».
La manera en la que ese estrés afecta la personalidad del Presidente de México y su forma de gobernar al país están entre las principales preocupaciones de Clinton. De igual forma interesa a EU qué motivo los más recientes cambios en el gabinete del mandatario.
De forma concreta, la secretaria Clinton mostró mayor interés por aspectos de la personalidad de Calderón, tales como los «valores, creencias y conductas» que el Presidente tiene y respeta más.
También los «planes del Presidente para el resto de su mandato en materia de securidad, economía, su partido y su interacción con el Partido Revolucionario Institucional».
Otro de los aspectos en los que Estados Unidos pone énfasis es el gabinete presidencial, principalmente en la relación que éstos mantienen entre sí, si existen rivalidades entre los secretarios de Estado, y si estas relaciones han afectado a algún alto funcionario del gobierno.