Francia.- En el kilometro 102 de la novena etapa del tour de Francia, se registró una tremenda caída en la que el kazako Alexandre Vinokourov, sufrió una grave fractura de fémur.
Se vino al suelo en el descenso del Paso del Peyrol, en una carretera estrecha y bacheada, en una curva mal señalizada, en un trayecto a tramos mojado por la lluvia y otros secos por la protección de los árboles.
Se fue a la cuneta con otros ciclistas, pero todos los ojos se fijaban en él, en su fémur dañado, en su rostro frío, como siempre. En sus ojos húmedos de alguien que ve cómo se le escapa un sueño.
«Estoy al final de mi recorrido y creo que el amarillo del Tour puede ser un buen regalo», había asegurado el kazako que fue tercero en la pasada Dauphiné, lo que le auguraba opciones de lograrlo.
El asfalto que tanto le ha dado, le privó de alcanzar su objetivo y le retiró precipitadamente del ciclismo profesional, algo antes de lo que tenía previsto, con unos meses de adelanto sobre el gran homenaje que tiene previsto darse en Astana.
Después del accidente el kazako fue trasladado en avión a París y «operado con éxito» durante la noche, en el Hospital Pitié-Salpêtrière por Yves Catonné, Jefe de Ortopedia y Traumatología. «Se trataba de una fractura compleja de la cabeza del fémur derecho y la operación ha salido bien», según confirma Astana en una nota de prensa.