
El PRD impugnará ante el Tribunal Electora del Poder Judicial de la Federación la multa de más de 32 millones de pesos impuesta por IFE, señaló el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.
Dijo que el IFE asumió un papel de inquisidor en contra de los partidos de izquierda, pero se negó sistemáticamente a reconocer la compra fraudulenta de votos a favor del PRI, lo que impidió el voto libre y razonado de decenas de miles de ciudadanos.
Agregó que la actitud del IFE tiene el síndrome de “al ladrón, al ladrón”, cuando se convirtió en cómplice del atraco que se hizo en contra de México, al avalar una elección de Presidente de la República, donde los únicos que no vieron la masiva compra de votos fueron los consejeros electorales.
La actitud del IFE sólo muestra su servilismo a favor del PRI y exhibe la ineficacia o negligencia de ese instituto para investigar y aclarar las anomalías que ocurrieron en el reciente proceso electoral, reiteró.
Mientras se vuelve estricto en contra de los partidos de izquierda, insistió Sánchez Camacho, el IFE adjudicó a sus facultades en cuanto al PRI, pues no utilizó su capacidad plena para realizar investigaciones sobre el gasto de campaña, incluso sobre los secretos fiscal y bancario.
Reiteró que el IFE tiene la obligación de realizar exhaustivamente sus investigaciones, facultades a las que renunció para permitir la impunidad.
Consideró que es el colmo que haya evadido su responsabilidad, dejándole la carga de la prueba en las quejas y denuncias al quejoso o denunciante, cuando tocaba a esta instancia electoral realizar las investigaciones.
“La propaganda ilícita, la compra de votos y el uso indebido de recursos son transgresiones administrativas y no sólo penales, por lo que el IFE es autoridad en tales materias”, declaró el secretario general del PRD.
Sin embargo, dijo, el IFE se declaró inepto para abordar cuestiones que le competen directamente y renunció a investigar quejas sobre propaganda encubierta, uso de recursos fuera de la contabilidad, y compra de votos.
Sin realizar una investigación a fondo como lo ameritaba el caso, simplemente resolvió que de sus supuestas indagatorias no se desprende ninguna conducta ilícita.
Es curioso como el IFE pregunta por aquí y pregunta por allá, sin método, sin plan, sin ganas de conocer la verdad, y declara que no encuentra nada de nada, lo que resulta una desvergüenza”, finalizó.