Buenas noticias para aquellos que pensaban que sus ejemplares de la revista Playboy habían desaparecido para siempre cuando sus madres los encontraron y los arrojaron a la basura.
Playboy anunció el jueves el lanzamiento de un servicio por suscripción e la internet llamado i.Playboy.com que permite a los usuarios ver cada página de cada número de la revista – desde la edición original que tenía a Marilyn Monroe hasta las que están en los estanquillos hoy.
«Ya no tienen que esconder bajo el colchón 57 años – 682 números – de Playboy» , dijo Jimmy Jellinek, un funcionario de la revista.Playboy, basada en Chicago, ha visto desplomarse su circulación de 3.15 millones en el 2006 a 1.5 millones actualmente, y ha estado tratando toda suerte de ardides para atraer a lectores en años recientes. Un número, por ejemplo, incluyó un par de gafas de 3D para ver las fotos del encarte central. Otro puso en la cubierta a un personaje de animados: Marge Simpson.
Pero si esos pasos estuvieron dirigidos mayormente a atraer a una audiencia más joven, este busca también a la generación de la posguerra, que pudiera recordar fotos de estrellas de cine ya desaparecidas, entrevistas con personajes como John Lennon y Martin Luther King y Jimmy Carter.
Y para aquellos que asegura que compraban la revista por los artículos, el servicio en la internet también ofrece la oportunidad de mirar los trabajos de escritores como John Updike, Jack Kerouac, Kurt Vonnegut, Hunter S. Thompson y Norman Mailer.
Jellinek se siente optimista de que la gente va a pagar los ocho dólares mensuales o 60 anuales por un servicio que «busca apelar a ese sentido de nostalgia y afinidad colectivas» , y dice que el portal es «la máquina del tiempo más sexy del mundo».
Pero un analista de la industria dice que Playboy parece más bien un parque de diversiones anticuado y medio vacío.
«El problema con Playboy no es solamente que ha perdido sus poderosas entrevistas, sino también su predominio», dijo Samir Husni, especialista en revistas en la facultad de periodismo de la Universidad de Mississippi.
«Ya no estamos en los años 50 o 60 cuando la gente hablaba de las entrevistas. ¿Y quién en estos momentos no puede ver a una muchacha desnuda?».
Agencia El Universal