Un grupo de 82 ballenas piloto quedó hoy varado en una remota playa al sur de Nueva Zelanda, informaron fuentes oficiales.
Los cetáceos están vivos, pero corren serio peligro si no logran ser reflotados en las próximas 48 horas, indicó a los medios locales Trish Grant, portavoz del Departamento de Conservación neozelandés.
Gran explicó que las ballenas amanecieron atrapadas en una playa de Golden Bay en la Isla Sur, pero no podrán ser rescatadas hasta mañana porque la marea cambiará a medianoche y además hay demasiada oscuridad.
Un centenar de funcionarios y voluntarios trabaja contra el reloj para que los mamíferos se mantengan fríos en la superficie, y el sábado se intentará reflotarlos aprovechando la marea del mediodía.
Las autoridades intentan confirmar la muerte de una cría en la misma playa de la que en 2005 fueron rescatadas con vida más de cien ballenas que también habían quedado varadas.
Sucesos como éste son cada vez más habituales en los últimos años en las gélidas aguas del sur de Australia y Nueva Zelanda.
Los científicos desconocen la razón por la que algunas especies de cetáceos terminan en el litoral, y barajan la posibilidad de que acuden atraídas por los sonares de grandes buques o siguen a un cabeza de grupo desorientado por enfermedad.