En una época como la actual, en la que el correo electrónico y los mensajes sms parecen favorecer la incorrección al escribir, el Instituto Cervantes lanza una «Guía práctica de escritura y redacción» para ayudar a evitar los errores que con frecuencia se cometen en este campo.
Preparada por Catalina Fuentes Rodríguez, este pequeño y útil manual es el cuarto de las «Guías prácticas» que lanza el Cervantes -antes vieron la luz las de la Gramática, Ortografía y el Español correcto- en colaboración con la editorial Espasa, y aúna el interés que hay en la calle por el idioma con el deber de esta institución de difundir por el mundo el español y la cultura en esta lengua.
La nueva guía fue presentada hoy en la sede del Cervantes, en un acto en el que Carmen Caffarel, directora del Instituto, destacó el interés de esta obra que ofrece al hispanohablante «un instrumento eficaz para conocer y hacer suyo el idioma» .
La corrección a la hora de escribir «es necesaria, pero no se limita a la palabra, al sonido o al uso de un mecanismo gramatical, sino que se extiende a aspectos más globales: a la organización y estructuración de todo el material lingüístico, para que transmita con éxito nuestra intención comunicativa» , afirma Caffarel en la introducción de la nueva guía.
El libro está destinado a un público muy amplio y contiene numerosos ejemplos y casos prácticos que contribuirán a resolver las dudas que se presentan al escribir.
Como dijo la autora, catedrática de Lengua española de la Universidad de Sevilla, «hay que saber qué se pretende al escribir un texto» y redactarlo en función del destinatario y de los objetivos que se quieran conseguir.
«La palabra escrita tiene un tremendo poder pero también puede ser una trampa mortal para quien escribe, porque revela nuestra cultura, nuestro dominio del lenguaje, nuestro origen social, nuestras intenciones y nuestra psicología» , señaló Fuentes, quien, en sus clases, quiere convertir a sus alumnos en «neuróticos del lenguaje».
Se intenta escribir bien para conseguir el objetivo que cada uno se plantee, ya sea un texto administrativo o una declaración de amor; «para dar una buena imagen, para influir en el interlocutor y para expresarnos».
Dependiendo de cómo esté escrito un texto, su contenido puede resultar «muy agradable, insoportable o ininteligible» , subrayó la autora de la guía, que en la última parte del libro analiza distintos tipos de textos, desde cartas de diferentes clases, instancias o actas hasta notas biográficas o anuncios publicitarios.
La inmediatez que ofrece el correo electrónico es una de las grandes ventajas de este nuevo sistema de comunicación, pero hay que procurar escribirlos de forma correcta y «no se deben olvidar las técnicas compositivas» , afirmó Catalina Fuentes.
Cuando se redacta mal un correo, «estamos yendo no solo contra el idioma sino contra nosotros mismos. La impresión que transmite esa persona es la de que no domina la lengua» , subrayó la autora.
Agencia El Universal