La Organización Mundial de la Salud no recomienda que los países emitan “pasaportes de inmunidad” para aquellos que se han recuperado del COVID-19, pero está investigando las posibilidades de usar certificados de vacunación electrónica, dijo el jueves un experto médico de la OMS.
“Estamos analizando muy de cerca el uso de la tecnología en esta respuesta COVID-19, una de ellas es cómo podemos trabajar con los estados miembros hacia un certificado de vacunación electrónica”, dijo en una sesión informativa virtual en Copenhague.
La vacuna, a punto de llegar
Con una rapidez inédita en la historia de la medicina, varias vacunas están a punto de ver la luz un año después de la detección de los primeros casos de Covid-19. Aunque persisten interrogantes científicos, ello es el resultado de investigaciones llevadas a cabo a una velocidad inédita.
Todo se aceleró en noviembre con los primeros anuncios de fabricantes sobre la eficacia de sus productos.
El Reino Unido se convirtió el miércoles 2 de diciembre en el primer país del mundo que aprueba la vacuna de Pfizer/BioNTech, un paso “histórico” en la lucha contra el covid-19.
El gobierno británico anunció que la vacuna, que cumple “estrictas normas de seguridad, calidad y eficacia”, estará disponible a partir de la próxima semana en un país que ya contabiliza 59 mil muertes confirmadas por Covid-19.
Por su lado la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) anunció que celebrará una reunión extraordinaria el 29 de diciembre “a más tardar” para decidir si da su visto bueno a la vacuna de Pfizer y BioNtech y también evaluará de aquí al 12 de enero la solicitud de Moderna para la suya.
Y si la agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), que está estudiando las dos vacunas, las considera seguras y eficaces, podrían empezar a suministrarse a millones de estadounidenses a mediados de diciembre.
Este calendario coincide con los planes de España, Italia y Francia, así como de varios países de América Latina.
México por ejemplo podría recibir en diciembre las primeras vacunas de Pfizer/BioNTech y Argentina planea iniciar en enero la inoculación.
Perú, por su parte, prevé vacunar a 24,5 millones de adultos antes de abril.
Estos plazos fueron posibles gracias a la aceleración de los procedimientos de investigación y evaluación, apoyados por financiamientos colosales, que redujeron de diez años a uno el tiempo medio de desarrollo y comercialización.
¿A quién se aplicará la vacuna?
“En un primer momento, la cantidad de vacunas será limitada y se dará prioridad al personal médico, los ancianos y otros grupos de riesgo”, recordó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El acceso de los países pobres, que no tienen los mismos recursos financieros ni logísticos que los ricos, puede resultar un problema sobre todo en los primeros meses.
En un intento de garantizar una distribución equitativa, la OMS creó la iniciativa Covax, que reúne a gobiernos, científicos, a la sociedad civil y el sector privado para suministrar dosis a países pobres.
¿Qué falta por saber de la vacuna?
Una de las cuestiones más importantes es durante cuánto tiempo protegen estas vacunas, puesto que los resultados se basan en datos recuperados entre una y dos semanas después de la última inyección.
También se desconoce si las vacunas son igualmente eficaces para los grupos de riesgo, como los ancianos.
Otra cuestión pendiente es determinar si la vacuna impide transmitir el virus, además de reducir la gravedad de la enfermedad entre los vacunados, lo cual sería determinante para frenar la pandemia.
Finalmente, si bien los ensayos no revelaron ningún efecto secundario considerable, es necesario un seguimiento para asegurarse de que “no se producen efectos indeseables excepcionales”, según la doctora Penny Ward, del King’s College de Londres.
VIA | UNO TV
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