BRASILIA.— Luiz Inácio Lula da Silva juramentó este domingo como nuevo presidente de Brasil, para el periodo 2023-2027, en su tercer mandato al frente del país, con un mensaje de “esperanza y reconstrucción“ frente a la “devastación” que, aseguró, ha dejado tras de sí su predecesor, Jair Bolsonaro.
“Nuestro mensaje a Brasil es uno de esperanza y reconstrucción”, afirmó Lula da Silva durante la ceremonia, en un discurso donde lamentó que “el gran edificio de derechos, soberanía y desarrollo que construyó esta Nación ha sido sistemáticamente demolido en los últimos años”.
El presidente agradeció su victoria a la “conciencia política de la sociedad brasileña” y al “frente democrático” formado contra las “violentas amenazas a la libertad de voto” durante los comicios. “La democracia ha sido la gran vencedora”, manifestó Lula da Silva, quien llegó por primera vez al poder en 2003.
También juró a su cargo Gerardo Alckmin, como vicepresidente del país, en una sesión que comenzó con un homenaje al astro del fútbol Pelé, fallecido esta semana a los 82 años de edad, y en que el sobraban motivos para temer actos de violencia de seguidores de Bolsonaro.
En su discurso, que duró 31 minutos, Lula insistió en el combate al hambre y al desempleo, a la urgente necesidad de rescatar la justicia social, Defendió una economía equilibrada, volcada a traer otra vez inversiones nacionales e internacionales.
También reiteró la urgente necesidad –en sus palabras– de rescatar la cultura, las artes, la ciencia, la educación, la salud pública y la defensa del medio ambiente, y puntualizó cada aspecto de los destrozos que Brasil padeció, según él y la mayoría de la población.
Lula da Silva gobernó Brasil durante dos mandatos entre 2003 y 2010, años durante los cuales elevó la presencia internacional del gigante sudamericano, simbolizada en unos inéditos Juegos Olímpicos, y adoptó medidas para tratar de combatir la pobreza y reducir la desigualdad.
AM.MX/dsc
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