
El Comité de Derechos Humanos de la ONU* declaró a Guatemala responsable por no implementar acuerdos de reasentamiento y otras medidas de reparación alcanzados con miembros del Pueblo Maya K’iche’, Maya Ixil y Maya Kaqchikel por su continuo desplazamiento forzado.
Los 269 miembros de dichos Pueblos que fueron desplazados forzosamente de sus comunidades durante las operaciones de tierra arrasada del conflicto armado interno de la década de 1980, acudieron al Comité en 2021 en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos alegando violación a sus derechos.
A pesar de que las víctimas habían acordado con Guatemala en 2011 una serie de medidas de reparación en el marco del Programa Nacional de Resarcimiento, dichas medidas, que incluían el reasentamiento y la construcción de viviendas alternativas, nunca se implementaron.
«El desplazamiento forzado es de naturaleza continua hasta que las víctimas se beneficien de un retorno seguro y digno a su lugar de residencia habitual o sean reasentadas voluntariamente en otro lugar», dijo Hélène Tigroudja, miembro del Comité.
Desarraigo y despojo de la identidad
Según un comunicado difundido este jueves, el Comité concluyó en su decisión que las víctimas fueron desarraigadas violentamente de sus territorios tradicionales y obligadas a buscar refugio en la capital, en violación de su derecho contenido en el artículo 12 del Pacto. En un entorno cultural ajeno al propio también se vieron obligados a ocultar y, en última instancia, cambiar sus identidades, lo que conlleva también violación del artículo 27 del mismo.
«El desarraigo de las víctimas de sus territorios tradicionales tuvo un impacto profundamente devastador y duradero, ya que fueron despojadas irremediablemente de su identidad cultural», dijo Tigroudja.
«Tuvieron que abandonar sus prácticas culturales, dejar de usar sus vestimentas tradicionales y dejar de hablar su idioma, lo que también constituye una pérdida irreparable para sus hijos y nietos«, agregó.
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